Michael Abid Quiñones Irizarry, el ex director de la Corporación del Fondo del Seguro del Estado, se confundió en un abrazo con su esposa luego que un magistrado federal la dejara salir sin fianza en una vista de comparecencia del escándalo de Aflac, que se celebró en el coliseo Roberto Clemente en Hato Rey.

Durante su vista judicial el pasado lunes en el coliseo Manuel “Petaca” Iguina, el ex presidente de la Juventud Estatal del Partido Nuevo Progresista salió corriendo de la instalación deportiva cubriendo su rostro con la camisa. Pero, mientras su esposa se encontraba dentro de la instalación deportiva capitalina esperando para comparecer ante un magistrado federal durante la mañana y la tarde del viernes, Quiñones Irizarry pareció recostarse sobre sus dotes como comunicador. El discípulo político del presidente del Senado Thomas Rivera Schatz lucía perfectamente acicalado mientras hablaba ante las cámaras y contestaba la gran mayoría de las preguntas que le formulaban los periodistas.

“Nuestra muestra de amor es que estamos juntos y voy a seguir defendiéndome en los tribunales”, sostuvo Quiñones Irizarry al ser preguntado sobre la querella de violencia doméstica que ésta le radicó el pasado seis de enero.

Como si se tratara de un mitin político, un grupo recibió a Leslie Ríos Caraballo con un aplauso. La asistente ejecutiva de Rivera Schatz fue suspendida de empleo hasta tanto se dilucide su caso y continuará cobrando hasta el próximo mes.

Y a pesar de que Quiñones Irizarry fue removido de su puesto como director regional de la corporación pública, éste aún permanece en la agencia como empleado de carrera ganando $3,000 mensuales. Se le asignó un nuevo empleo como secretario médico legal en un dispensario de Utuado, pero no se le requiere reportarse a trabajar, ya que se encuentra suspendido de empleo con sueldo. “Dios, sobre todo” , sostuvo Ríos Caraballo.

Además de la pareja, la madre de Quiñones Irizarry también figura entre los arrestados durante el último de dos operativos realizados contra suscriptores del plan.

Por otro lado, Quiñones Irizarry no contestó preguntas relacionadas con su licencia de conducir, la cual permanece expirada desde diciembre de 2009 con $2,505 en multas sin pagar, según datos obtenidos del Departamento de Transportación y Obras Públicas (DTOP). “No voy a dilucidar mis problemas a través de este caso”, dijo el funcionario, quien acompañó a su esposa junto con uno de sus hijos, de 15 años de edad, y otros familiares.