La acusada Áurea Vázquez Rijos llegó al mediodía este jueves a la Isla en un avión del Negociado de Investigaciones Federales (FBI, por sus siglas en inglés) para enfrentar los cargos por el asesinato del que fuera su esposo, el empresario canadiense Adam Anhang, ocurrido en 2005 en el Viejo San Juan, supo este diario.

Llegó procedente desde España. Le acompaña la reciente criatura que tuvo hace pocos meses.

Esta tarde la acusada llegó al Tribunal Federal, en Hato Rey, para la vista inicial en su contra. Este paso se da siete años después de ser acusada y dos años después de su arresto en España. Será el magistrado federal Bruce McGiverin quien presidirá la vista.

Se espera que la Fiscalía federal, representada por José Ruiz, se oponga a que se le imponga fianza y sería trasladada al Centro de Detención Metropolitano (MDC, por sus siglas en inglés), en Guaynabo. Se desconoce quién será su abogado.

Vázquez Rijos fue acusada en 2008 por las autoridades federales por actuar en concierto y común acuerdo con su hermana Marcia y el compañero de ésta, José Ferrer Sosa, para asesinar por encargo a Anhang, lo que se concretó el 22 de septiembre de 2005. Contrataron a Alex "El Loco" Pabón Colón, quien confesó los hechos y se declaró culpable.

Desde el 2008 estuvo fugitiva en Italia, hasta que fue arrestada el 30 de junio de 2013 en el aeropuerto de Madrid, en España. Ese mismo día, arrestaron a su hermana y a Ferrer Sosa. Allí permaneció hasta hoy, que finalmente fue extraditada, una vez dio a luz a una criatura que engendró estando detenida.

Un Gran Jurado federal emitió una acusación contra Áurea Vázquez el 4 de junio de 2008 por supuestamente contratar a Pabón Colón para que asesinara a su entonces esposo y que le pagaría $3 millones. Para esa fecha, Áurea se había mudado a Italia.

Por este caso, Pabón Colón hizo alegación de culpabilidad el 14 de junio de 2008.

Según el ahora testigo, Anhang quería divorciarse de Áurea y si se formalizaba la separación, no le tocaría nada de su fortuna a ella porque se casaron por medio de capitulaciones.

Su confesión confirmó la inocencia de Jonathan Román Rivera, residente de La Perla que fue excarcelado y absuelto de la muerte del empresario luego de ser sentenciado a 105 años de prisión por un tribunal estatal.

Marcia y Ferrer Sosa estuvieron sumariados hasta marzo, cuando finalmente se les concedió libertad bajo fianza.

Pendientes a este diario para el desarrollo de esta noticia.