El fiscal Wilson González expresó hoy en Tribunal de Arecibo que el exsacerdote Edwin Mercado Viera, imputado de cometer actos lascivos contra un menor, admitió haberle tocado los muslos a la presunta víctima, que era su monaguillo de 13 años para el año 2007. 

La alegada víctima no se presentó en sala. El fiscal añadió que el sacerdote admitió que viajó con el niño cuando, supuestamente, lo tocó de manera inapropiada. Trascendió que el religioso le pagaba entre $15 a $20 para que lo acompañara a misas y a otras actividades religiosas.

Acompañado por familiares, el exsacerdote llegó temprano en la mañana al Tribunal de Arecibo, donde la Fiscalía busca someter cargos criminales en su contra.

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“Estoy tranquilo, en el nombre de Dios", dijo Mercado Viera a su llegada, al asegurar que es inocente de los señalamientos que se hacen en su contra.

Después de adelantar unos trámites en la Oficina de Servicios con Antelación a Juicio (OSAJ), Mercado Viera entró a la sala 401, donde el juez Manuel Orriola vería la vista de causa para arresto.

Se espera que el juez Orriola anuncie su determinación a eso de las 3:00 de la tarde.

Al hombre, de 53 años, se le imputa haber cometido actos de índole sexual contra un joven monaguillo que al momento de la supuesta agresión, en 2007, tenía 13 años. 

Mercado Viera es uno de los seis sacerdotes que han sido expulsados de la Diócesis de Arecibo desde el 2011.

Realizan círculo de oración por el exsacerdote

Un grupo de feligreses y allegados mostraron su apoyo al exsacerdote, quien está siendo señalado por actos lascivos contra un menor.

Sandra Rivera, quien dijo conocer al padre por espacio de 20 años, manifestó su tristeza ante las acusaciones que están siendo presentadas con Mercado Viera y reiteró que confía en su inocencia.

“Yo creo en su inocencia. Dios sabrá lo que pasó. Esto ha sido sorprendente para todo el mundo”, señaló.

"Según él nos atendió en situaciones difíciles con sus predicaciones, nosotros lo apoyamos en estos momentos. Confiamos en un Dios de misericordia", agregó.

La mujer, junto con otros creyentes de la fe católica, realizó un círculo de oración en uno de los pasillos del piso 4 del Tribunal de Arecibo.