El secretario interino del Departamento de Corrección y Rehabilitación (DCR), José U. Zayas Cintrón, ordenó una investigación interna sobre las circunstancias que rodean el asesinato de un confinado mientras era transportado en una guagua oficial desde el Complejo Correccional de Bayamón hacia la cárcel Las Cucharas en Ponce.

El confinado, identificado como Roberto “Soft” Ribot Cruz, de 35 años, era transportado junto a otros cinco confinados en un vehículo de la agencia al momento del crimen. No fue hasta que la guagua arribó a la prisión de Ponce y se efectuó el conteo de rigor de los reclusos que se percataron que estaba muerto.

“Los hechos ocurren la noche del viernes. Informes preliminares señalan que el confinado Soft Ribot Cruz fue encontrado en el piso entre los últimos dos asientos dentro de la guagua por los oficiales de la Unidad de Ruta y Escolta cuando llegaron a la institución de Ponce, donde era trasladado junto con cinco confinados procedentes del Complejo Correccional de Bayamón. Inmediatamente ordené una investigación para determinar qué ocurrió y fijar las responsabilidades correspondientes”, afirmó el secretario interino en declaraciones escritas.

El funcionario explicó que se activó el protocolo en estos casos, que incluye la notificación a la Policía, fiscalía y a los agentes investigadores del DCR. También se le notificó al comandante de seguridad, el coronel Héctor M. Fontánez. 

Se detalló, que Ribot Cruz, natural de Arecibo, era trasladado a la prisión de Ponce del Centro de Ingreso del Complejo Correccional de Bayamón, donde se encontraba desde el 20 de octubre. 

Este fue encarcelado tras ser acusado por violación al artículo 268 del Código Penal, por supuestamente ofrecer una declaración falsa sobre un delito. Estaba en espera de la celebración de un juicio.

El fallecido tenía expediente criminal previo por violación a la Ley de Armas, tentativa de asesinato, violación a la Ley 54 de Violencia Doméstica y, en el año 2014, cumplió prisión por maltrato infantil. 

Según el informe de novedades de la Policía, el querellante, identificado como Antonio Janees Santiago, alegó que a eso de las 7:50 p.m. de ayer, viernes, al llegar al área de admisiones del penal, procedió a bajar a los confinados y se percató de que en la parte posterior de la guagua oficial GE-02893, había un recluso sin signos vitales. 

“Este tenía alrededor de su cuello el cinturón de seguridad del vehículo”, agrega la querella de la Policía.

Los informes preliminares de la Uniformada habían indicado que el occiso presentaba heridas punzantes, pero luego se descartó esa versión. 

El sargento Miguel Torres, supervisor de la División de Homicidios del Centro de Investigaciones Criminales de Ponce confirmó, a través de la Oficina de Prensa de la Policía del área de Ponce, que el cadáver no presentaba heridas punzantes y que el método utilizado pudo haber sido por asfixia o estrangulación. Indicó que es necesario aguardar hasta el informe de autopsia que le será practicado en el Instituto de Ciencias Forenses (ICF) para certificar la causa de muerte. 

El agente José García, adscrito a la División de Homicidios del área de Ponce, junto al fiscal Carlos González, investigó el caso.

Durante el día de hoy los investigadores acudieron al penal para continuar con las entrevistas de rigor.