Una madre que fue tiroteada mientras viajaba con sus hijas y familia política en dos vehículos por Loíza murió ayer por la noche, luego de ser sometida a una operación por heridas de bala que sufrió en el área del costado, según se pudo confirmar mediante conocidos y familiares de las víctimas.

 Mientras las autoridades realizan su investigación del atentado, familiares de los perjudicados entrevistados por este diario en la mañana de este martes en el Centro Médico de Río Piedras descartaron haber sido blanco del ataque a mano armada.

Subrayaron, además, que los asesinos aparentemente se confundieron de vehículo al tender una emboscada que se concretó a la altura del Puente de Ancón, donde cruza el Río Grande de Loíza.

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 La víctima fatal, identificada como Emily Pabón Santos, de 32 años, viajaba en un Honda Accord, color oro, junto a sus dos hijas, de 12 y 6 años, y su esposo, Félix Andino Osorio, de 25.

Tanto la menor de 12 años, como Andino Osorio, resultaron heridos, pero estos se recuperan satisfactoriamente en el Centro Médico de Río Piedras.

Otros seis ocupantes de una van Toyota Sienna, entre los que se encontraba un menor de 16 años, quien es hermano de Andino Osorio, escaparon de la lluvia de disparos que descendió contra el Honda, contaron los familiares.

 La Policía, sin embargo, informó que el menor de 16 recibió atención médica en el Centro de Diagnóstico y Tratamiento de Loíza, debido a una herida de bala superficial en la espalda.

 “Nosotros veníamos de un retiro familiar en la Isla. Bajamos por el área de Piñones hacia Loíza. El vehículo que iba atrás de nosotros fue impactado por una confusión de auto. Le tiraron a personas inocentes”, sostuvo un familiar de una de las víctimas que prefirió mantenerse en el anonimato por razones de seguridad.

 Pabón Santos, quien trabajaba como oficinista en una aseguradora, murió a eso de las 10:15 p.m. de ayer. Su esposo, un funcionario que no es el padre natural de las menores, recibió la noticia del fallecimiento anoche mismo.

“Emily era una persona que se dejaba querer, que clavó muy duro en mi corazón. Tenía muchos sueños y muchas metas. Era firme en sus decisiones. Era muy buena criando sus hijas. Era humilde y cristiana”, sostuvo la familiar.

La familia había pasado unas vacaciones en el área sur de Puerto Rico durante el fin de semana y se disponía a dejar a un familiar en Loíza cuando ocurrió el atentado.

 "Fue en un abrir y cerrar de ojos. Todo pasó muy rápido", indicó el familiar.