Los niños y niñas son curiosos y  las armas de fuego son peligrosas.

Esta realidad cobró visos de tragedia cuando una pequeña de 3 años tomó el arma que dejó sobre una cama su padrastro, Emmanuel Ortega Soto, la cual aparentemente se le disparó  hiriéndolo debajo de la clavícula, lo que causó su muerte.

Los hechos ocurrieron este pasado sábado, a las 8:30  de la noche, en la habitación matrimonial de un apartamento en el condominio Torres de las Cumbres en San Juan.

Jaileen Soto Molina, la esposa de Ortega Soto, presuntamente  bañaba en esos momentos a otra menor y al llegar a la habitación se topó con su esposo tendido en el suelo con una herida de bala de unas dos pulgadas debajo de la clavícula.

Relacionadas

En el suelo se levantó un casquillo de bala calibre .40.

El agente Javier Cruz, de la División de Homicidios de San Juan, explicó que la teoría policiaca, siempre sujeta a los resultados periciales del Instituto de Ciencias Forenses, apunta a que la menor pudo haber logrado acceso al arma –cargada– de su padrastro de 24 años.

“Cualquier arma accesible crea curiosidad en un menor y ocurren estas desgracias. El arma estuvo accesible a la menor”, dijo Cruz.

Al insistírsele en la pregunta de si la niña disparó, el agente contestó: “Está corroborado que es así”.

Cruz indicó que la niña lanzó el arma hacia la cama, de donde precisamente la había levantado momentos antes cuando su padrastro la dejó desatendida y cargada.

El agente precisó que Ortega Soto tenía licencia para portación de armas de fuego.

El arma de Ortega Soto, quien hace un mes había llegado a la Isla tras cumplir con unos entrenamientos en la Fuerza Aérea, es lo suficientemente pequeña para que sea manejada por un menor.

Un conocido del perjudicado lo llevó al hospital Metro Pavía, donde se confirmó su deceso.

El agente Cruz indicó que no había historial de violencia doméstica entre la pareja, que contrajo nupcias en mayo.

Se indicó que la madre de la menor ha sido cooperadora con la Policía.

¿Continúa repitiéndose la historia?

No es que continúe repitiéndose, pero cuando las arma se dejan accesible, estas son las consecuencias. 

¿Estaba accesible?

De la investigación que tenemos, sí.

Cruz explicó que el arma era una  Glock 27, que es  súper compacta  comparada  con las armas regulares, que es  para llevarse  escondida.

¿De gatillo fácil de apretar?

Entendemos que el Instituto de Ciencias Forenses nos va a indicar cuántas libras de presión necesita ese gatillo para ser disparado.

¿Y el seguro del arma?

Forense nos va a certificar eso, si esa arma tiene seguro o no. A mi entender, no.

Cruz indicó que, hasta ahora, no hay otras sospechas.

“Se investigan todos los ángulos. Ya entrevistamos a los vecinos. La familia es  conocida  y están bastante afectados?”, dijo.

¿Qué consejos  básicos ofrecería usted cuando se va a  guardar un arma?

Siempre un arma debe guardarse en una caja fuerte y en un lugar que un menor no tenga acceso a ella, ni a  cualquier persona que le cause curiosidad.

Usted tiene arma, ¿qué hace con ella cuando llega a su hogar?

La vacío y le saco todas sus municiones y la guardo en una caja fuerte pequeña. Tengo una niña de cuatro años y los niños son curioso.

¿Y guardarla en un sitio alto?

He escuchado cosas sobre eso.

Un niña inocente que no tiene culpa de nada

El sicólogo  Carlos Sosa expuso que lo sucedido es  un ejemplo de negligencia crasa,  cuando se tienen armas en el hogar.

“Lamentablemente un ser inocente, una niñita de tres años manipuló un objeto que ella no sabía el peligro que representaba, un objeto como este, con los resultados  que hemos visto”, apuntó.

“Es muy triste por las repercusiones que puede tener para el futuro. Porque la niñita, al disparar  el arma, se convierte en víctima inocente”, agregó.

El experto dijo que hay que manejar  esta situación con mucho cuidado y mucho tacto porque esta niñita se va a enfrentar a comentarios fuera de orden, de personas inescrupulosas  que pueden hacer uso  de conductas negativas para crearle sentimientos de culpa.

“Hay que procurar algún tipo de ayuda profesional de manera preventiva para posibles consecuencias futuras”, mencionó.

“Todo apunta a que fue un incidente fortuito en el que medió una arma que fue guardada negligentemente”, insistió.

La familia, en casos como este,  tiene que trabajar unida, indicó el especialista en conducta humana. 

“Tienen que trabajar para que haya mucha unidad familiar. Manejar la tragedia de la manera más adecuada posible partiendo de la premisa que fue algo que nadie tuvo control, con un ambiente de oración. Si son cristianos, partir de la base espiritual para encontrar algún tipo de alivio, utilizando la fe  y la espiritualidad como una herramienta valiosa para alcanzar la paz. Es una tragedia que afecta  toda la familia”, argumentó.

“La salud mental de esa nena es lo más importante,  recordando que es una niña inocente y que no es culpable de nada”, sentenció Sosa.