Ciales. Los amigos y vecinos que desde su infancia vieron crecer a Omar Antonio Vélez Pagán, de 35 años, no pueden creer que sea el mismo hombre que hoy está siendo señalado por presuntamente haber matado a una mujer en Panamá.

De hecho, todos prefieren creer que se trata de una pesadilla.

Vélez Pagán, un sargento del Comando Sur del Ejército de los Estados Unidos, fue acusado recientemente de homicidio no premeditado por el asesinato de Vanessa Rodríguez, de 25 años, ocurrido el pasado 23 de junio en Guararé, Panamá.

Este, según las autoridades, fue sorprendido por la Policía Nacional de ese país mientras intentaba sepultar el cadáver de la joven panameña.

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Se dijo que el cuerpo presentaba golpes en el tórax y en el área de la pelvis. En el área donde fue detenido Vélez Pagán se encontró cal, una pala y lo que parecía ser una fosa.

Pero mientras los medios nacionales e internacionales reseñan la muerte y la audiencia contra el soldado boricua en la corte marcial, sus amigos y vecinos en el barrio Cordillera, donde vivió toda su vida antes de ingresar al Ejército, siguen y buscando una explicación al terrible suceso.

Sergio Oyola Franco, tío político del imputado, dijo que cree firmemente en que Vélez Pagán no es capaz de cometer los actos imputados.

“Te digo que desde que nos enteramos no hemos podido pensar en otra cosa. Yo no puedo creerlo. Debe haber algún tipo de confusión”, manifestó.

El familiar dijo que tan reciente como el pasado mes de mayo, Vélez Pagán estuvo en la Isla para participar de la graduación de cuarto año de una de sus tres hijas.

“Siempre que podía pedir un pase para venir y estar con familia lo hacía”, comentó.

De hecho, según contó Aida Nazario Ortega, vecina de la familia, el soldado pidió un permiso extendido para atender a su madre cuando convalecía de un cáncer que acabó con su vida.

“Él era un muchacho buenísimo y bien caritativo. Cuando su mamá cayó en cama, él fue el que se hizo cargo de ella. Le pidió permiso al Ejército y se vino a cuidarla acá”, señaló.

Asimismo, Elvia Rodríguez Nazario dijo que durante los años que conoció al boricua, este nunca se mostró agresivo ni tuvo problemas de esa índole.

“Omar y yo nos criamos juntos y él es un tremendo ser humano. No hay nada malo que se pueda decir de él”, dijo.

Agregó que no es “quién para juzgarlo ni saber qué realmente pasó allá, pero por lo que lo conozco, lo creo incapaz de hacer algo así”.

Según dijo, Vélez Pagán tiene tres hermanos que también pertenecen al Ejército.

Por su parte, Josué Alicea Vargas, amigo de infancia del acusado, dijo que en la última conversación que tuvieron este le dijo que todo le iba muy bien y que estaba contento porque pronto terminaría su asignación en Panamá y regresaría a su base del Fuerte Bragg, en Carolina del Norte.

“La última vez que nos vimos fue en mayo y lo vi tranquilo, normal, como siempre. Todo esto me ha dejado anonadado. Yo no lo puedo creer. Él es como mi hermano”, dijo Alicea Vargas, quien se destaca como policía en Vega Alta.

Por su parte, el subjefe de asuntos públicos del Comando Sur, Robert Appin, informó que el “el Comando de Investigación Criminal del Ejército de los EE.UU. continúa su investigación de este caso, en coordinación con el gobierno de Panamá. El siguiente paso en el proceso de justicia militar es una audiencia previa al juicio en virtud del artículo 32, UCMJ. No hay fecha para la audiencia...”, agregó Appin, quien confirmó a Primera Hora que el soldado es puertorriqueño.