Personal de las Divisiones de Inteligencia de los Cuerpos de Investigación Criminal en Bayamón y San Juan intercambian información para tratar de esclarecer el triple asesinato ocurrido anoche en el residencial La Rosaleda, en Guaynabo, que se sospecha está relacionado con el crimen de un vecino de ese caserío el jueves pasado. 

Anoche, a las 9:25 p.m. al menos una decena de sicarios armados con rifles y pistolas y vestidos con ropa similar al uniforme que utilizan policías de ramas investigativas, irrumpió en el residencial y abrió fuego contra un grupo de personas.

Los pistoleros que viajaban en dos guaguas ultimaron a Joel Cruz Arroyo, de 43 años, Hiram Muriel Meléndez, de 53 y a Axel Joel Alvarado Ramírez, de 23 años. La víctima más joven fue sacada gravemente herida del residencial, pero falleció en el Centro Médico de Río Piedras. 

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“Estaban con ropa similar a la que usan los policías, algunos con pantalón oscuro y otros con pantalones crema y abrieron fuego contra varias personas. El móvil entendemos que se relaciona con el trasiego de drogas”, comentó el teniente Raúl Negrón, director de la División de Homicidios del área de Bayamón. 

Negrón sostuvo que durante la tarde los agentes acudieron nuevamente al residencial para tratar de recopilar información que les ayude a corroborar la identidad de los sospechosos. Sin embargo, observó que no se ha logrado obtener cooperación de los residentes y tampoco se han realizado arrestos. 

“La gente no coopera en nada, ni anónimamente, a pesar de que dispararon en su comunidad. Se han dejado apoderar de sus terrenos”, lamentó. 

Muriel Meléndez era vecino de Cupey, pero vivía en el residencial con una mujer. Cruz Arroyo vivía en el residencial Villa Esperanza, en Río Piedras, y Alvarado Ramírez, tenía domicilio en la comunidad Tierra Santa, también en Río Piedras. 

A pesar de que el motivo del triple crimen, según la Policía se asocia a la lucha por el control de puntos de drogas, las víctimas no tenían expediente criminal. 

En la escena de los sangrientos hechos se recuperaron como evidencia 180 casquillos de diferentes calibres. 

Los investigadores trabajan para establecer vínculos entre el triple asesinado y el crimen de José Román Cátala, de 23 años, reportado el jueves en la parte posterior de la barriada Yambeles, en Monacillos, ya que la víctima era vecino del residencial La Rosaleda, confirmó el teniente Negrón. 

La Policía recordó que desde 2010 se han escenificado guerras por el control de los puntos de drogas en el residencial La Rosaleda, los cuales son controlados por pandillas de los residenciales Los Manantiales y San Fernando, en Puerto Nuevo. Esta es la quinta masacre que se reporta en lo que va de este año. 

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