El padre de Lorenzo, Ahmed Alí González, solicitó este lunes la inhibición del juez Ricardo Román en la vista en la que se determinará si Ana Cacho podrá o no tener relaciones materno filiales con sus hijas y que se ve este lunes en la Sala de Familia y Menores del Tribunal de Primera Instancia de Bayamón.

Según conoció este medio, Alí González indicó que el juez Román tuvo comunicación exparte con un testigo. Se desconoce con quién, cómo o cuándo ocurrió el supuesto contacto.

No obstante, las partes regresaron a la Sala de Familia y Menores del Tribunal de Primera Instancia de Bayamón tras el receso del almuerzo.

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Al cuestionarle a la abogada del padre, María Juarbe, si en efecto hizo dicha solicitud, se mostró molesta y cuestionó a los periodistas de dónde había salido la información, que ni negó ni confirmó.

"No fue de este lado (que se supo), quien haya sido (el que dio esa información) está incumpliendo con la orden de la confidencialidad de los argumentos", manifestó Juarbe, quien aclaró que las menores están "fabulosamente bien".

Cacho, quien está acompañada en la vista por su madre, Amneris Yvette González, y sus abogadas, Sharon González y Brenda Berríos, no hizo comentarios.

Cacho no comparte con las niñas de 9 y 16 años desde el 30 de marzo de 2010, 21 días después del asesinato de su hijo Lorenzo González Cacho. Las menores están bajo la custodia física del padre.

Esta mañana, González llegó con su abogada María Juarbe y se limitó a decir que estaba "confiado siempre en el Señor". Media hora después, a las 10:04 a.m., llegó Cacho, quien solo dijo: "Buenos días a todos".

Al mediodía, se decretó un receso hasta las 2:00 p.m.

Este proceso pretende auscultar si beneficiaría o no a las niñas relacionarse con su madre, señalada por las autoridades como sospechosa del asesinato de su hijo, ocurrido el 9 de marzo de 2010.

Fue el Tribunal Supremo el que el 18 de junio pasado, ordenó al Tribunal de Primera Instancia a llevar a cabo una vista para auscultar la posibilidad de permitirle a Cacho relacionarse con sus hijas, paralizando así la decisión del Tribunal de Apelaciones, que había ordenado al Departamento de la Familia (DF) concederle a Cacho visitas supervisadas.

“Se confirma el dictamen con relación a la celebración de una nueva vista de esfuerzos razonable; y mientras tanto se mantiene la custodia provisional de las menores a favor de su padre Ahmed Alí González”, lee la determinación del Supremo, devolviendo el caso al Tribunal de Primera Instancia.

En la vista, el DF “tendrá que probar la existencia de maltrato o negligencia”.

“El Estado solo puede alegar hechos que constituyen maltrato y/o negligencia o que el padre o la madre a quien se busca afectar su patria potestad padece de una enfermedad, defecto o condición mental o emocional, o que padece de una condición de alcoholismo o adicción a sustancias controladas”, se agregó en la decisión de junio pasado, que estableció además que la Ley para la Seguridad, Bienestar y Protección de los Menores condiciona los esfuerzos razonables a “aquellas situaciones donde sea viable y se pueda garantizar la seguridad, el bienestar y el mejor interés de los menores”.

Aun queda pendiente el caso de pensión que González solicitó a su exesposa para la manutención de sus hijas.

Lorenzo, de ocho años, falleció el 9 de marzo de 2010 en el Centro de Diagnóstico y Tratamiento (CDT) de Dorado. La madre alegó que lo encontró ensangrentado en la cama donde dormía con su hermana, de entonces seis años y lo llevó a esa institución médica.

No obstante, la autopsia determinó que la muerte no fue accidental, sino homicidio. El menor recibió un fuerte golpe en la cabeza y tenía heridas de arma blanca en el rostro.

Desde entonces, Cacho, Jesús Genaro Camacho, William Marrero Rivera y Arnaldo "Naldy" Colón figuran como sospechosos del crimen, pero no se han radicado acusaciones.