Aquella noche de diciembre de 2006, cuando las autoridades arrestaron a Alexander Capó Carrillo, conocido como “Alex Trujillo”, la policía encontró entre sus pertenencias, además de armas, dos discos de música cristiana y la Biblia.

Y es que, para aquel entonces, Alex Trujillo, convicto por narcotráfico y asesinato, asegura que buscaba de Dios. Era su refugio en medio de la angustia que le provocaba ser el más buscado entre sus enemigos y por las autoridades estatales y federales.

Fue ese superficial acercamiento espiritual –pues mientras leía la palabra de Dios, seguía delinquiendo– lo que a juicio de su líder espiritual, el pastor Edgardo Aubray, abrió paso para que Alex se transformara en una nueva criatura “en Cristo”.

“Mientras estuvo prófugo ya él comienza a buscar. Ya él buscaba una transformación y un cambio. De hecho, en su relato, Alex cuenta que cuando había campañas cristianas en los caseríos, él mandaba a buscar a los pastores para que oraran por él”, manifestó Aubray, quien conoció a Alex en marzo de 2007, tres meses después de su recordado arresto.

“Cuando lo arrestaron, el sistema de cárcel federal le dio la oportunidad de tener una hora de visita pastoral... entonces comencé a visitarlo todos los martes a las 7:30 de la mañana. Y créeme, al principio se le hacía duro. Yo trataba de llevarlo por unas líneas, y él se trancaba. Es que le hacía falta perdón en su corazón. Y tenía que comenzar por perdonarse a sí mismo, porque vivía pensando que su hermano había muerto por culpa de él... También tuvo que aprender a perdonar a otros, incluyendo al asesino de su hermano”, manifestó el pastor de la iglesia Casa de Oración y Restauración con Cuerdas de Amor, en Guaynabo.

Fue precisamente Aubray quien tuvo la idea de grabar el testimonio de Alex para transmitirlo en el programa dominical radial “Vida plena por la Mega (106.9 FM).

“Siempre va a haber quien lo va a señalar y decir que es un hipócrita. Pero yo sé que no lo es, porque sé lo que hay en su corazón y que todo esto es real, porque ha sido una transformación de cinco años, y se ha dado poco a poco. Su arrepentimiento es genuino y de corazón”, expresó el ministro, quien asegura que el convicto dedica su tiempo tras las rejas para predicar a los reclusos.

Aubray prevé visitar al confinado a la institución carcelaria en la que se encuentra en Georgi, durante el 2012.