El juez César Almodóvar Marchany del Tribunal de Carolina determinó que una menor de 13 años víctima de abuso sexual en un caso en que se imputa a su madre, padrastro y otros siete adultos y dos adolescentes, podrá testificar mediante circuito cerrado durante la vista preliminar.

La determinación del juez se produjo luego que concluyera el contrainterrogatorio de la defensa a una psicóloga clínica que había sido contratada para estabilizar emocionalmente a la menor. 

La especialista contestó una serie de preguntas formuladas por la abogada Aracelia Acevedo Cruz, la representante legal de Yomaris Ruiz Díaz, de 41 y madre de la menor; y de la abogada Sylvia Juarbe, quien representa a otro de los acusados identificado como Janny Raúl Viera, de 28, un conocido de la familia de la perjudicada.

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“Es importante proteger a esta menor, tanto por su futuro como el de su bebito”, testificó la doctora Jovette Sánchez Cestero cuando la abogada Acevedo Cruz le preguntó sobre el proceso de circuito cerrado y al hacer referencia al hijo de la menor, quien como parte del patrón de abusos quedó embarazada.

La acusada, su esposo, César Correa Suárez, de 37 años; y su hermano, Ramón, veían el proceso desde una esquina de la sala vestidos con los uniformes de preso, ya que no pudieron prestar una fianza global de más de $1 millón, mientras los otros seis acusados que habían pagado entre $7,000 y $21,000 para permanecer en la libre comunidad, permanecían sentados en el primer banquillo de la sala.

La representante legal de la madre cuestionó insistentemente sobre el estado mental de la menor e hizo otras preguntas relacionadas con la información que se le había provisto a la víctima sobre las distintas maneras de ofrecer un testimonio.

“Para ella esto es un proceso bien fuerte. Revive las memorias cada vez que es entrevistada sobre el tema”, indicó la doctora sobre la víctima que ha tenido que comparecer ante el Tribunal de Menores para ofrecer declaraciones sobre las actuaciones de los adolescentes, que es un proceso que se sigue separado.

El juez emitió el veredicto luego de concluir una serie de preguntas de Juarbe que giraron en torno a las terapias recibidas por la víctima. 

“Se ha hecho una generalización. Esta menor no es cualquier testigo. Se alega que desde los nueve años se convirtió en objeto de agresiones sexuales. Bajo esas circunstancias y desde la pubertad insipiente se vio desprovista de un armazón emocional. Tenemos un ser humano que, por actuaciones ajenas a su voluntad, quedó mutilada emocionalmente”, indicó el juez para explicar su determinación de permitir que la menor declare por circuito cerrado.

El próximo señalamiento en este caso se fijó para el 19 de agosto.

Según la Policía, la víctima fue abusada desde los nueve años de edad cuando residía con su familia en un barrio de Gurabo. El patrón de abuso continuó cuando su familia se mudó a una hacienda en Trujillo Alto. Las autoridades alegan que el padrastro permitió que los otros acusados cometieran las agresiones sexuales contra la niña y que la madre se convirtió en coautora de los hechos al no proteger ni defender a la menor.

Los otros imputado en este caso son Erik Joel Rodríguez, de 22 y con parentesco con la víctima; Agner Miguel Ruiz, de 23 y conocido de la familia; Edwin Miguel Boria Ramos, de 32 y vecino de la pareja; Javier Omar Ruiz, de 37 y amigo de la familia; y  Noel Rodríguez Correa, de 20 y sobrino del padrastro de la víctima.