¿Una trampa?

Eso fue lo que intentó establecer el abogado del gerente de seguridad de Carolina, Juan Ortiz Crespo, sobre las alegaciones que hizo una empleada civil quien le imputa haberla violado. 

El hombre está imputado de un cargo grave de violación a la Ley de Ética Gubernamental y uno menos grave de acoso sexual en el trabajo.

El representante legal Michael Corona en su contrainterrogatorio le preguntó a la mujer si era cierto que su exabogado Manny Suarez le indicó que había que prepararle una trampa al funcionario.

La mujer testificó que meses antes lo hablaron de esa manera.

Relacionadas

Luego detalló a preguntas de Corona que Suárez le sugirió que ella invitara a Ortiz Crespo a su casa, y pusiera cámaras de video para "pillarlo".

Pero cuando el abogado le dijo "o sea, que lo del 31 de octubre (cuando alegadamente ocurrió la violación), fue parte de ese plan", ella respondió: "No".

La testigo también reconoció que dio versiones distintas de lo ocurrido a diferentes personas "por los nervios".

Entre esas versiones distintas figura si le correspondió o no a un beso que él le dio en su oficina.

La mujer dijo que la supuesta agresión sexual en la oficina del gerente duró cerca de 15 minutos. Admitió que culminado el acto a la primera persona que texteó fue a Ortiz Crespo y siguió llamándole "Pá" y "Bebé"  y que nunca le expresó en esos mensajes que estuviera molesta o que se haya sentido agredida.

Su preocupación era si podía quedar embarazada por tener la relación sexual anal y le preguntó tanto a Ortiz Crespo como a una compañera de trabajo.

La testigo contó que ese día Ortiz Crespo la citó para hablar de la carta de intención de expulsión en contra de ella en la que se alega que falsificó excusas médicas.

"Lo podemos dialogar acostaditos en la cama", le texteó Ortiz Crespo a la mujer previo a que se vieran.

La vista preliminar contra el funcionario recesó hasta el jueves 8 de enero para que el Fondo del Seguro del Estado pueda buscar y hacer llegar al tribunal una declaración jurada que ofreció la mujer a esa agencia.

Así lo solicitó Corona al juez, quien accedió. El fiscal alegó desconocer que ese documento existía.