La vista preliminar contra José Luis Bosch Mulero y Christopher Sánchez Asencio, imputados por la matanza familiar ocurrida en Guaynabo el mes pasado, quedó pospuesta para el próximo 9 de enero.

Pero esta fecha se podría adelantar si la defensa de los imputados se allana a una petición para que el menor, de 13 años, que sobrevivió al crimen que ha estremecido al País, declare usando la tecnología de circuito cerrado.

Esta mañana los abogados Mayra López Mulero, quien representa a Bosch Mulero, y Orlando Cameron Gordon, quien representa a Sánchez Asencio, informaron a la jueza Sylvia Díaz Solla, del Tribunal de Bayamón, que no estaban preparados para ver la vista.

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López Mulero también anticipó que pondera presentar una moción para que se evalué el estado mental de su representado, quien es el hijo adoptivo de una pariente de la abogada.

Mientras Cameron Gordon indicó que no había podido entrevistar a su cliente debido a un brote de varicela en la cárcel y pidió entrevistarlo hoy para luego "hacer los planteamientos que en derecho proceden".

Los fiscales María del Mar Ortiz Rivera, Miguel Alameda Ramírez y Janet Parra Mercado, por su parte, solicitaron que el menor declare bajo circuito cerrado.

Ante esta petición, la licenciada López Mulero pidió a los fiscales que adelantaran los fundamentos de solicitud para determinar si se allana a la misma.

Así las cosas, las partes separaron la fecha del 29 de diciembre para celebrar la vista de necesidad donde se discutiría la moción del Ministerio Público pidiendo el circuito cerrado para su testigo principal, pero si la defensa se allana ese día podría iniciar la vista preliminar, según expresaron las partes a la jueza Díaz Solla.