Barceloneta. Desesperada, Waleska Padilla Colón, salió a toda prisa de su trabajo para atender a su hijo de 15 años, cuya vida parecía desvanecerse.

“Salí corriendo… cuando llegué a casa lo encontré inconsciente. Estaba en un estado que no podía hablar, estaba bien débil”, comenzó contando la mujer sobre la terrible situación que le tocó vivir a ella y a su familia el pasado jueves, luego de que el jovencito, quien cursa el décimo grado, saliera de la escuela.

“Mi otro hijo me llamó al trabajo. Me dijo: ‘mami, yo no sé qué le pasó pero no está bien”, manifestó, mientras recordaba cada detalle de aquel el agobiante suceso.

Relacionadas

Una visita de emergencia al hospital le reveló algo inimaginable para ella: su hijo se había intoxicado luego de haber consumido una mezcla de medicamentos controlados.

“Le dieron unos medicamentos a mi hijo, unas pastillas”, dijo Padilla Colón, al indicar que, según revelaron los estudios médicos, en el organismo del menor se encontró la presencia de fármacos como valium y klonopin.

“El doctor encontró que estaba altamente intoxicado. Se le hizo una limpieza intestinal y estuvo recluido dos días”, indicó la madre.

Problema serio en el plantel

A pesar de la mala decisión de su hijo, quien asegura se dejó llevar por la presión de grupo, Padilla Colón quiso aprovechar la lamentable situación para denunciar un supuesto problema de drogas dentro del plantel escolar.

Padilla Colón aseguró que en la escuela donde estudia su hijo, la superior Fernando Suria Chaves, un grupo de estudiantes de duodécimo grado venden y distribuyen sustancias controladas.

“Nuestros hijos son una cosa dentro de la casa pero uno no sabe qué cosas hacen afuera. En la escuela hay un punto de drogas y lo que hacen los muchachos que es cogen esas pastillas, las meten en un paquetito y las venden en la misma escuela”, sostuvo, al aclarar que su hijo no compró la droga, sino que recibió una muestra de la misma.

“Él me dice que no sabe, que no se acuerda nada de lo que pasó”, comentó.

La preocupación de que exista un punto de drogas operando en la escuela llevó a Padilla Colón a hablar con el director escolar, Gilberto Méndez quien, presuntamente, reconoció tener conocimiento de la situación.

“Me dijo que sabía y que estarían investigando para identificar a los jóvenes. El problema es que uno llama a la Policía estatal para denunciar la situación y ellos refieren a uno a la División de Drogas (del CIC) de Vega Baja y allí le dicen a uno que tiene que ser el Departamento de Educación el que intervenga”, señaló la mujer,  quien también dirige un ministerio evangélico denominado Levántate Guerrera Ministries.

“En esa escuela, aún con los portones cerrados, los estudiantes brincan el portón y se salen de la escuela porque no hay buena supervisión. Los padres exigimos que tengan más control y más seguridad en las escuelas”, agregó.

Busca concienciar 

Mientras su hijo estuvo recluido para el proceso de desintoxicación, Padilla Colón grabó un vídeo que colgó en Facebook en el que exhorta a los padres a ser más vigilantes con sus hijos para tratar de minimizar las posibilidades de que alguien más tenga que pasar por la difícil situación que atravesó.

“Quise grabar el vídeo para concientizar a muchos padres, para que estén bien pendientes de sus hijos, para que hablen las cosas claras, que les registren las mochilas y estén bien pendientes a sus actitudes, con quién hablan, con quién se relacionan”, apuntó.

“Algunas veces uno con el ajetreo y las cosas que uno tiene que hacer… simplemente les damos un beso por las mañanas y los mandamos a la escuela sin saber a lo que se exponen allá, la presión de grupo, lo que dicen los otros amigos, a esos cambios que se dan fuera de la casa. Tenemos que prepararnos y prepararlos para esas situaciones”, indicó.

Primera Hora intentó obtener una reacción del director regional del DE en Arecibo, el profesor Luis Rodríguez Ramos, pero los esfuerzos resultaron infructuosos.

Visita nuestra portada