Si usted  no se  aprovechó  de la amnistía que terminó ayer, sepa que todas las multas de $100 que todavía tenga acreditadas  a su nombre en el sistema de AutoExpreso, y que sean de antes del 9 de abril, las tiene que pagar  a esa cifra. 

Ya -definitivamente- no habrá más oportunidad de beneficiarse del mega ahorro del 85% de descuento que fue  otorgado por ley.

Por el contrario, si le aparecen boletos de $100 por rebasar el peaje y estos son  posteriores al 9 de abril, esos sí los pueda reclamar como nulos, porque a partir de abril ya no existen multas de  ese monto, explicó ayer el Departamento de Transportación y Obras Públicas (DTOP).

Los que tengan este problema -se informó-  pueden llamar al 787-494-0935 o escribir a autoexpresoact@dtop.gov.pr.

Según la directora interina de Comunicaciones del DTOP, Aracelys Otero, ayer las oficinas de AutoExpreso se llenaron  de público y lo que más que se vio fueron ciudadanos solicitando planes  de pago, es decir, que ayer se presentó mucha gente con  deudas que superaban los mil dólares.

En las oficinas de AutoExpreso de Metro Office Park en Guaynabo, el fin de la amnistía culminó  sin dificultades.

Los conductores expresaron que esta vez los atendieron más rápido.

No faltaron ciudadanos con facturas exhorbitantes.

A Nelson Ruiz Montañez, de Arroyo, le llegaron 184 multas de un vehículo que tiene “parado” hace un año y siete meses; las multas ascendían a $18,734, que con el descuento dijo que bajarían a $2,800.

La guagua de Ruiz Montañez “está esbielá” y, según dijo, “ no hay forma” de que el vehículo pueda estar sujeto a tantas multas.

Un ciudadano de Río Grande, que no se quiso identificar, cargaba con varios documentos.

En un “Informe de vehículos de conductor propietario” aparecían seis  vehículos con cero multas, pero en el desglose del DTOP  acumuló  29 multas -para un total de $29,000-  por una guagua y  otros 16 boletos -por $1,600- en  otro vehículo. 

En la fila, una  conductora se quejó de que le salía la luz roja del AutoExpreso aparentemente por el tinteado de los cristales del auto; le dijeron que mantuviese siempre balance en su cuenta, pero aun así, la habían inundado de boletos.

Edgar Alicea, de San Juan, repudió  el sistema de AutoExpreso porque “en unos peajes se  leen correctamente los sellos y en otros no”.

“También te dicen que se fue la luz y que el sistema no ha subido, pero si es así, cómo que toman la foto (para sustentar la multa)”,  argumentó.

Las historias de otros conductores eran más convencionales. 

Alexander Luiña  se aprovechó ayer  de la amnistía porque tenía cuatro  multas de $100 y no había recargado su cuenta en las 48 horas  requeridas  antes, más tenía una multa duplicada. 

Edgar Santiago, de Levittown, Toa Baja, iba a pagar  multas valoradas en $800, que se las atribuyó a  que su  esposa “no carga el sello”, y fue uno de los que dijo que no visitó antes el AutoExpreso porque no tenía “los chavos completos” para pagar.

María Crespo, de Naranjito, fue a pagarle diez boletos a sus hijos.; ella usaba el sistema  automático de cobro,   pero lo quitó para que los    hijos paguen su propio peaje.

“Que por qué me meto en este revolú… ¡Así somos!”, resumió  Santos Rodríguez, de las Monjas en Hato Rey.

A don Ángel Maldonado, de Cataño, mientras tanto, los juegos del Baloncesto Superior Nacional le iban a salir bien caros, pero  actuó a tiempo y aprovechó la  amnistía.

El “se ganó” cinco multas de $100 por transitar por la autopista rumbo a Ponce sin el sello del peaje y estaba  satisfecho con el descuento del 85 %.