El dueño de la compañía Aireko, Edgardo Albino, se declaró hoy culpable por no notificar de inmediato a las autoridades federales la remoción inapropiada de asbesto durante trabajos de remodelación que se realizaron en el noveno piso de la Torre Norte del Centro Gubernamental Minillas, en Santurce, en mayo de 2012.

"Culpable", expresó Albino al magistrado federal Bruce McGiverin cuando le preguntó cómo se declaraba.

El abogado del acusado, Francisco Adams, llegó a un acuerdo con el fiscal federal Howard P. Stewart, de la División de Crímenes Ambientales del Departamento de Justicia de los Estados Unidos, para una pena recomendada de entre seis meses y un año, lo que dispone las guías de sentencia. La pena máxima es de tres años por el delito imputado.

La sentencia podría ser para cumplir en cárcel o en probatoria, lo que determinará la jueza federal Carmen C. Cerezo el día de la lectura de sentencia, pautada para el 20 de noviembre.

Howard detalló que, de ir a juicio, se presentarían análisis científico del material, testimonios de testigos y grabaciones de cámaras de seguridad, específicamente del zafacón donde Aireko echó el material contaminante.

El 13 de julio pasado, un gran jurado emitió un pliego acusatorio contra la empresa Aireko Construction por cinco cargos por violaciones a la Ley Ambiental de Aire Limpio de los Estados Unidos o National Emission Standards for Hazardous Air Pollutants por no remover y disponer adecuadamente de material de asbesto en Minillas

Según la acusación, Aireko incumplió cinco pasos esenciales al remover el asbesto como no mojar el material antes de removerlo y no tener un supervisor entrenado en el lugar durante la remoción. No colocar el material con asbesto en bolsas plásticas selladas; no poner etiquetas requeridas en el material descartado y no disponer adecuadamente del material en un vertedero autorizado se suman a los pasos ignorados.

Un sexto cargo fue presentado contra Albino, quien también es el vicepresidente de operaciones de esa empresa, por no notificar inmediatamente a las agencias gubernamentales apropiadas sobre la cantidad de asbesto removida.

La acusación alega que entre el sábado 12 y domingo 13 de mayo de 2012, subcontratistas de Aireko removieron materiales del techo que contenían poco menos de un por ciento de asbesto y colocaron el material en el contenedor de basura de la parte trasera del edificio de la Torre Norte de Minillas.

El lunes, 14 de mayo, oficiales informaron sobre lo ocurrido.

La remoción ilegal y sacar el material por el edificio hacia el contenedor provocó que se contaminara el edificio completo, por lo que la Autoridad de Edificios Públicos procedió a cerrarlo el 20 de mayo, para iniciar la limpieza correspondiente en estos casos, la cual demoró casi un año en completarse. Sin embargo, entre el 14 y 20 de mayo, el edificio continuó operando, señala el pliego.

El caso fue investigado por la División Criminal de la Agencia Federal Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés).

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