Alerta a las mujeres.

En lo que va de año las violaciones han aumentado un  28% en relación con este mismo periodo el año pasado, según las estadísticas    de la Superintendencia Auxiliar en Investigación Criminal (SAIC).

Las áreas policíacas de Mayagüez, Caguas, Bayamón y Ponce, son las que presentan cifras que superan los casos reportados a esta fecha durante el año pasado.

Sin embargo, oficiales de las áreas mencionadas indicaron que no hay alarma con el aumento en estos delitos.

Según los funcionarios que fueron entrevistados por Primera Hora, no hay evidencia de que haya un violador en serie acechando mujeres en Puerto Rico, sino que las querellas investigadas reflejan que los agresores sexuales son conocidos de las víctimas, como ex parejas o familiares. Por esta misma razón, explican, no se ha puesto un plan de vigilancia preventiva.

El caso de violación más reciente se reportó el sábado de madrugada, en los predios de un concesionario de autos en Cayey, donde la víctima prestaba servicios de seguridad y supuestamente fue agredida por su supervisor. 

En el área policíaca de Mayagüez que incluye a los municipios de Añasco, Las marías, Maricao, San Germán, Sabana Grande, Cabo Rojo y Lajas, este año se han recibido 9 querellas de violación, siete más que las reportadas en el 2015.

Mayagüez reclama han esclarecido los casos

Sin embargo, el comandante del área de Mayagüez, coronel Miguel Rosado, explicó que existe un error en las estadísticas ya que en un caso que se radicó contra un anciano que presuntamente abusó sexualmente y embarazó a una joven en Maricao, se radicaron tres querellas sobre los mismos hechos. 

De todos modos, la cifra superaría por cuatro las querellas investigadas en el 2015. 

“Casi todos los casos están esclarecidos porque se trata de personas que tienen relación o son conocidos de las víctimas. Hay un caso que se triplicó que es de Maricao, porque la violan en distintas ocasiones pero es el mismo caso”, declaró el oficial. 

Otro de los incidentes que se investiga este año ocurrió en Sabana Grande, donde una mujer fue violada durante un robo domiciliario. La pesquisa está adelantada, agregó el coronel Rosado.  

A su vez, dijo que como no existe un patrón de acecho contra víctimas en su área no está en vigor un plan de vigilancia preventiva para este tipo de delito. 

“De que hay un violador cometiendo ese delito en ésta área, no. Estos son casos de personas conocidas, familiares y esa es la dinámica en el área”, sostuvo Rosado. 

En el área de Caguas que cubre a los pueblos de Gurabo, Juncos, Cidra y San Lorenzo también se observa un aumento de 7 violaciones en comparación con el año pasado. Según las cifras oficiales en el 2016 fueron reportadas 10 querellas mientras que en el 2015 solo se reportaron tres casos.

El comandante Manuel de Jesús, quien dirige el Cuerpo de Investigación Criminal (CIC) de Caguas, manifestó que se observa un alza en este tipo de delitos porque este año se comenzaron a adjudicar los casos de agresión sexual entre parejas bajo la Ley 54 de Violencia Doméstica. Sin embargo, no tenía a su alcance la cifra de estos casos. 

“Lo preocupante sería que haya una persona que estuviera cometiendo esas violaciones por ahí, pero ese no es el caso. En esta área son personas que se conocen, familiares, ex esposo o amistades”, comentó De Jesús. 

El caso más reciente que investigan ocurrió la semana pasada cuando les fue referida la querella de una mujer que llegó a recibir asistencia médica a un hospital porque llevaba una semana sintiendo dolores en sus partes íntimas y cuando los médicos la examinaron concluyeron que había sido abusada sexualmente. 

También investigan una agresión sexual que involucra familiares, apuntó De Jesús. 

Otra de las áreas policíacas que refleja alza es la de Bayamón, la cual investiga los delitos en los municipios de Vega Baja, Vega Alta, Toa Alta, Toa Baja, Cataño, Guaynabo, Naranjito y Corozal, donde se observa un aumento de cinco violaciones más que en el 2015 para un total de 14. 

El agente Carlos Aquino, director interino de la División de Delitos Sexuales de Bayamón, por su parte, dijo que todas las querellas que les llegan se investigan y si la pesquisa revela posteriormente que se trató de hechos infundados se reclasifica una vez concluya la pesquisa. 

Al igual que en las otras áreas policíacas con alzas en este renglón, Aquino aseguró que no existe un violador en serie ni patrones en determinados lugares.

Ataque frente a iglesia

La querella más reciente que investigan fue reportada el 17 de mayo, en la parte posterior del centro comercial Santa Rosa Mall, de Bayamón, frente a una iglesia presbiteriana  donde un individuo se le acercó a la querellante para preguntarle la hora y de inmediato sintió que la golpearon por detrás de la cabeza.

Al caer al piso seminconsciente,  fue agredida sexualmente por un individuo descrito como de tez blanca y delgado que estaba acompañado por otro hombre que dijo que estaba sobrepeso. Los individuos huyeron en un automóvil  Toyota Camry color gris. 

La fiscal Gretchen Pérez Catinchi, de la Unidad Especializada de Delitos Sexuales instruyó a los agentes a que continuaran investigando para validar o anular mediante evidencia su testimonio. 

Critica manejo de los casos

“La Policía sigue teniendo graves problemas para manejar estos casos. La doble victimización, el trato insensible, la falta de coordinación de redes de apoyo y el pensamiento sexista que permea las acciones de muchos funcionarios provoca a nivel social la percepción de que las agresiones sexuales son del tipo de delito que queda impune”, opinó ayer  la activista de derechos humanos, Amárilis Pagán.

La cofundadora del Proyecto Matria también indicó que aunque la Policía no puede evitar muchos de estos  casos, porque  “actúa cuando se consumó la agresión”, sí puede ayudar a prevenir su aumento a largo plazo si investigan bien las querellas y junto a fiscalía logran convicciones. “Estarían enviando a los potenciales agresores un mensaje claro de deténganse, porque si no lo hacen van a tener consecuencias”.

Enfatizó además en la importancia de la educación.

“Educar para la equidad desde una perspectiva de género, establecer protocolos y regulaciones que obliguen a profesionales de la salud a prepararse para identificar indicadores de agresiones y a reportarlos”, indicó la también aspirante a un escaño en el Senado por el Partido del Pueblo Trabajador (PPT).