La expresidenta interina de la Universidad de Puerto Rico (UPR), Nivia Fernández, se salvó de la cárcel durante la vista de esta tarde en la sala 907 del Centro Judicial de San Juan por haber renunciado a su cargo y quedar fuera del alcance de la orden de desacato.

Tras la vista celebrada esta tarde, la jueza Lauracelis Roques Arroyo dijo que se mantiene la multa de $1,000 diarios por el desacato de la orden del Tribunal de Apelaciones para que se reabrieran los portones, y que al día de hoy asciende a $11,000.

Durante la vista se discutió la renuncia de Fernández, que se dio varias horas de la vista. Desde ayer, la jueza había advertido que si la presidenta no presentaba hoy a las 2:00 p.m. un plan avalado por la junta de gobierno de la UPR se exponía a ser encarcelada por desacato.

“La doctora Nivia Fernández queda excusada de la orden de desacato. La orden estaba expedida en su contra como presidenta de la UPR”, dijo la jueza.

Además de Fernández, hoy renunciaron tres miembros de la junta de gobierno de la UPR, incluyendo el presidente Carlos Pérez.

El abogado de las estudiantes demandantes, Pedro Vázquez, dijo que “el resultado (de las renuncias) ha sido evadir el poder judicial”.

“Ahora mismo no hay nadie mandando en la Universidad”, indicó Vázquez.

Lo próximo, dijo la jueza es que se presenten mociones futuras en las que se anuncien quienes sustituyen en el pleito a los funcionarios que han renunciado por las personas que vayan a asumir las riendas de la UPR.

La jueza dijo que se encuentra impedida de tomar medidas adicionales sobre el caso porque, según expresaron abogados, "al día de hoy la universidad está acéfala".