Ponce. El ex agente Guarionex Candelario Rivera fue sentenciado hoy, martes, a cumplir 203 años y seis meses en prisión por el asesinato de tres policías, perpetrados hace casi un año en la Comandancia de Ponce.

La jueza Carmen Otero Ferreiras, ante una repleta sala 505 del Tribunal de Ponce, le impuso 99 años por un cargo de asesinato en primer grado. Por los otros dos cargos de asesinato, le fijó –en vez de 99 años- la pena agregada que dispone el Código Penal de 19 años, nueve meses y 19 días por víctima. Eso totaliza 138 años, seis meses y 38 días.

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Por las cuatro violaciones a la Ley de Armas se le impuso un total de 65 años. Además, por los tres cargos de restricción de libertad agravada tres años y nueve meses de cárcel en cada uno, que se recogen dentro de los 99 años de asesinato.

Candelario Rivera resultó convicto por los asesinatos del comandante Frank Román Rodríguez, la teniente Luz M. Soto Segarra y la agente Rosario Hernández de Hoyos, cometidos el 28 de diciembre de 2015.

Estuvieron presentes en sala los familiares de las tres víctimas, así como la esposa del convicto, Confesora Matos. Por parte de la Policía, acudieron el teniente coronel Richard Nazario y el inspector José Madera Rodríguez, quien fue testigo de cargo.

Se ausentó, sin embargo, el coronel Héctor Agosto, comandante de área de Ponce y quien también testificó en el juicio.

Durante el desfile de prueba, el Ministerio Público, representado por los fiscales Sharleen Rosa de Jesús e Idelfonso Torres Rodríguez, presentó evidencia de que Candelario Rivera llegó aquella mañana a su centro de trabajo y le solicitó una reunión al coronel Agosto.

Agosto le refirió el asunto a la teniente Soto Segarra, quien fungía como oficial de administración. Una vez en su oficina del sexto piso, la desarmó y la encañonó. En circunstancias que no fueron aclaradas en el juicio, Román Rodríguez y Hernández de Hoyos entraron a la oficina y Candelario privó a los tres de su libertad.

Luego de varios intercambios telefónicos que alertaron al alto mando del cuerpo policiaco de lo que ocurría, Candelario Rivera usó su arma de reglamento, una pistola Glock calibre .40 para matar a sus compañeros.

Según los testimonios vertidos en sala, el teniente Javier Requena, compañero de Soto Segarra, disparó hacia la oficina en un intento de rescate e hirió a Candelario Rivera. Luego este fue arrestado, convaleció varios días en el hospital y fue acusado, tras lo cual estuvo sumariado.

Este juicio comenzó el 15 de marzo con la selección del jurado y culminó el 21 de noviembre con el veredicto de un jurado compuesto por ocho mujeres y cuatro hombres, quienes encontraron culpable a Candelario Rivera, de forma unánime, en todos los cargos.

Candelario Rivera estuvo representado por los abogados Armando Pietri y Donald Milán Guindín.