Marcia Vázquez Rijos y José Ferrer Sosa ayudaron a planificar la muerte del empresario canadiense Adam Joel Anhang y no quisieron recibir las cartas de cobro por parte de Alex "El Loco" Pabón Colón, quien intentó vano que le pagaran los $3 millones que le prometieron a cambio de que cometiera el asesinato, según documentos en manos de las autoridades federales.

Áurea Vázquez Rijos, su hermana Marcia y el novio de esta, José, fueron acusados por conspirar para asesinar por encargo al esposo de Áurea en hechos ocurridos el 22 de septiembre de 2005 en el Viejo San Juan.

Mañana, martes, Marcia y José serán trasladados desde el Centro de Detención Metropolitano (MDC, por sus siglas en inglés) de Guaynabo hasta el Tribunal Federal, en Hato Rey, para comparecer ante el magistrado Bruce McGiverin a la vista preliminar en ambos casos. En el caso de Marcia, también se verá la vista de fianza.

Los tres fueron arrestados el 30 de junio pasado, pero Áurea fue detenida en el aeropuerto de Barajas, en Madrid, España, tras viajar de Italia, donde vivía desde que se mudó en el 2008, poco antes de que un gran jurado la acusara.

 Según la declaración jurada del agente del Negociado Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) que investigó el caso, Pabón Colón fue contactado por las autoridades en abril de 2008, y fue entonces que confesó voluntariamente que él asesinó a Anhang y que quienes planificaron el crimen fueron Áurea, Marcia y José.

En un principio, Marcia y José le dijeron a Pabón Colón que Áurea tenía problemas con su esposo, quien supuestamente la maltrataba. Luego, según relató Pabón Colón al agente que firma la declaración jurada, conoció a Áurea en el negocio de ella, Pink Skirt, que era operado por Marcia y José. En un momento dado, José le dijo que quería que "se encargara del problema" y le ofreció $2 millones. Luego, los cuatro se reunieron y mantuvieron contacto telefónico.

El 21 de septiembre de 2005, todos se reunieron en Pink Skirt, y, según confesó Pabón Colón, tenía la impresión de que lo que querían Áurea, Marcia y José era que le diera una pela al empresario. Luego, se fueron todos en la guagua Porsche Cayenne blanca de Áurea hasta otro negocio, donde Áurea le dijo que quería que lo asesinara y le ofreció un cheque para que comprara un arma de fuego, pero Pabón Colón no quiso aceptar un cheque. Según la admisión de Pabón Colón, José le dijo a Áurea que le ofreciera $3 millones y así lo hizo. Entonces, la mujer le avisó que al día siguiente se estacionaría en La Cochera y que "hiciera lo que tuviera que hacer".

El 22 de septiembre, récords telefónicos indican que Áurea llamó en varias ocasiones a Anhang y lo convenció de ir a cenar esa noche para llegar a acuerdos sobre el divorcio. A las 9:00 p.m., Pabón Colón recibió una llamada de José, quien le dijo que tenía que matarlo esa noche porque Anhang pensaba radicar la demanda de divorcio al día siguiente.

Dado al poco tiempo que tenía, Pabón Colón no pudo conseguir un arma, pero se robó un cuchillo de cocina y unos guantes de un restaurante cercano y observó cuando Áurea y Anhang salieron de un restaurante y caminaron hacia el estacionamiento. Pabón Colón simulaba hablar por celular, cuando Áurea le hizo un gesto con la cabeza que le dio a entender que el hombre que estaba con ella, era la persona a la que debía asesinar. Él tomó un adoquín suelto y los siguió.

Pabón Colón se le acercó a Anhang y le pidió el dinero. Anhang, según contó al agente del FBI, le dio un puño en la cara y hubo un forcejeo. Anhang le gritó a Áurea: "corre, bebé, corre", y Pabón Colón le dio con el adoquín en la cabeza varias veces. Luego, sacó el cuchillo y lo apuñaló en repetidas ocasiones.

Según testigos, Áurea observaba a una corta distancia y no gritó ni intentó detener el ataque a su esposo. Pabón Colón soltó el cuchillo y le dio a ella con el adoquín por la cabeza, pero no tan fuerte como a Anhang, porque en conversaciones anteriores ella le dijo que el incidente tenía que verse "real".

Pabón Colón -quien se declaró culpable por estos hechos y está en espera de sentencia- huyó hacia la barriada La Perla. Luego, le pidió a un amigo que lo llevara en carro por el área donde ocurrieron los hechos, en la esquina de las calles Luna y San Justo, para ver si el perjudicado había muerto.

El hoy convicto indicó que envió varias cartas a Áurea para cobrar el dinero, pero le contestaban que no tenían el dinero. Se supo que las autoridades tienen dichas misivas.

El FBI intentó entrevistar a José Ferrer, pero este dijo que conocía a Pabón Colón porque le había comprado sustancias controladas. Alegó no recordar nada sobre el 21 o 22 de septiembre de 2005 y se negó a hacerse la prueba de polígrafo.

En la declaración jurada del agente federal, se indica que Áurea "no quiso cooperar con las autoridades referente al asesinato de su esposo" y que huyó a Italia para evitar cooperar o enfrentar posibles acusaciones en su contra. Allí rehízo su vida y presuntamente tuvo gemelas, que ahora tienen 4 años.

El proceso de extradición de Áurea podría tardar entre seis y nueve meses, según han anticipado las autoridades federales.

El cargo que enfrenta es elegible para la pena de muerte, pero en conferencia de prensa hace varias semanas, la jefa de Fiscalía federal, Rosa Emilia Rodríguez, indicó que la acusación hasta el momento no contempla la pena capital, pero sí cadena perpetua.

Días después de la detención de Áurea en España, su abogado en Puerto Rico, Nicolás Nogueras, sometió una moción reclamando que la Fiscalía federal le entregue documentos relacionados con el arresto y el proceso de extradición. El juez federal Daniel Domínguez denegó la petición.