Una exinvestigadora forense identificó ayer 28 casquillos de bala disparados que se recuperaron en la escena donde murió el procurador de menores Antonio R. Barceló Jiménez y dos de sus hijas, la madrugada del 11 de diciembre de 2002.

El automóvil Grand Marquis en el que viajaban Barceló Jiménez, sus cuatro hijas y una amiga de estas, fue confundido y atacado a tiros por pistoleros en la carretera PR-22, cerca del centro comercial San Patricio en Guaynabo.

“Cuando llegamos a la escena nos damos por enterados de que se trataba de una masacre de dos jóvenes y un padre”, declaró Brenda Plá Díaz quien fue la investigadora principal de la escena y actualmente está retirada del Instituto de Ciencias Forenses (ICF).

En la continuación del juicio por jurado que se ventila contra cinco acusados, en el Tribunal de Bayamón, Plá Díaz detalló que entre los casquillos de bala disparados, 13 eran calibre 9 milímetros, 10 calibre .40 y cinco, calibre 7.62 x 39. Estos son equivalentes a una metralleta AK-47. 

La testigo de la fiscalía recordó que llegó a la escena junto a otro investigador del ICF a eso de las 2:50 de la madrugada y terminaron de levantar la evidencia a las 3:00 de la tarde.

Además, explicó que del lugar en el que yacían sin vida, Barceló y sus hijas en el interior del auto, investigaron otras dos escenas, supuestamente relacionadas con los hechos.

Una de ellas fue en torno a una guagua Grand Vitara, blanca y gris, ocupada cerca de Plaza Las Américas y un Chevrolet Cavalier, gris, recuperado en un garage de gasolina, entre las avenidas Piñero y San Patricio. 

En la PR-2 perdieron la vida, Barceló Jiménez y sus hijas Laura Barceló Rosario, de 15 años, y Yahaira Barceló Segarra, de 24 años.

Sus otras dos hijas, Sara Barceló Segarra, de entonces 13 años, y María del Mar Barceló Rosario, que tenía 12 años, resultaron heridas.

Según el testigo principal, Albert “Purulo” Saldaña Esquilín, la noche del 10 de diciembre de 2004, él, los cinco acusados y otros cinco individuos ya fallecidos, divisaron a un “enemigo” apodado El Atleta y siguieron el vehículo donde iban las víctimas, por equivocación. Les dispararon con dos AK 47, tres armas de nueve milímetros y dos pistolas calibre .40.

Los acusados son: Billy de Jesús Reyes; Alex “Chichi” Rivera Huertas; Israel “Tito” Sánchez de la Rosa; Abdiel Roberto Molotones; y Ángel Roberto “Robert Pinto” Díaz Vélez.

El juicio, que preside la jueza Vivan Durieux continúa toda esta semana; se espera que el proceso extienda hasta los primeros meses año entrante.