Humacao. Preocupados pero sin abandonar su fe, así se encontraban ayer los agentes adscritos a la División de Drogas de la Policía en la Ciudad Gris luego de que dos de los suyos fueran heridos de bala en la tarde del martes en el residencial April Gardens I en Las Piedras, cuando hacían una investigación.

Al regresar del Centro Médico en Río Piedras, hasta donde llegaron ayer en la mañana para donar sangre a sus compañeros, varios agentes y oficiales entrevistados tuvieron palabras de elogio para los policías recluidos en el hospital.

El agente José Rodríguez Ñeco, quien se encontraba junto a los agentes Geniel Amaro Fantauzzi y Julio Mundo Feliciano, heridos durante la balacera, aseguró que apenas ha podido superar la impresión.

“Son una segunda familia para nosotros. Es la primera vez que yo tengo una experiencia así. Es muy doloroso, no hay palabras para describirlo”, dijo.

“Ya no hay respeto para la Policía. Yo vengo de una familia de Policías y esto no era así antes”, lamentó a la vez que indicó que coincidía con que se aumenten las penas para individuos que atenten contra la vida de policías.

Asimismo, el sargento Miguel Luciano, quien supervisaba a ambos agentes durante el ataque, también lucía afectado por lo sucedido.

“El tiempo que he tenido de compartir con ellos te puedo decir que son tremendos seres humanos y tremendos gladiadores, nunca se echaban para atrás”, dijo el oficial.

“Para mí fue un golpe muy fuerte porque yo estaba ahí y vi lo que pasó. Lo primero que me pasó por la mente fue protegerlos. Estamos orando mucho y apoyando a la familia”, añadió.

El teniente Domingo Ortiz, director de la División, también lamentó el incidente que mantiene al filo de la muerte a uno de sus agentes.

“En esta unidad se arriesga mucho la vida y el que está aquí es porque le gusta este trabajo. Ellos son tremendos compañeros y su compromiso es de 200%”, indicó el teniente.

Los agentes entrevistados desmintieron las supuestas declaraciones del presunto gatillero, William Vázquez Tirado, de 27 años, de que desconocía que los agentes heridos eran policías al no estar uniformados.

Según los agentes que estuvieron en la escena, los policías heridos portaban sus placas e identificaciones durante el ataque e inclusive, las tenían visibles al llegar a la sala de emergencia del hospital donde fueron removidas.