El día 5 de junio es el día de reconocimiento a aquellas personas que viven con VIH en cualquiera de sus etapas, que han sobrevivido y que continúan su batalla para mantenerse saludables, y con la mejor calidad de vida posible. Los más recientes estudios presentan que el tiempo de vida de una persona viviendo con VIH es entre las edades de 70 a 80 años.

En 37 años de esta epidemia, ellos han luchado no solo por mantenerse vivos, sino también contra un estigma social poderoso e injusto. Han lidiado con el rechazo, aislamiento y pobreza, entre otros factores psicosociales, afectándole tener una buena adherencia al tratamiento y estados de salud mental no favorables como lo es la depresión.

Al presente, el País tiene un promedio de 26,000 personas viviendo con VIH. Las estadísticas en los Estados Unidos presentan que un 26% de las personas viviendo con VIH en cualquiera de sus etapas fueron diagnosticados antes del 1996, haciendo de esta población una que ha sobrevivido por largo tiempo a pesar de su diagnóstico con VIH. 

En Puerto Rico, existe un alto número de sobrevivientes de largo tiempo viviendo con VIH. Esta primera y segunda generación de personas sobrevivientes al VIH han llevado sobre sus hombros el tener que, por muchos años, esconder su diagnóstico a familiares, amigos y parejas; ya que los mitos existentes hacia esta condición, que hoy día es considerada crónica, les impedía y aún impide el libremente expresar su condición de salud, limitándose el apoyo de su círculo familiar-social. Lo positivo a todo esto ha sido encontrar organizaciones y clínicas que han abierto sus puertas, consiguiendo así un poco de alivio a su pesar. 

Actualmente, urge en la isla que se entienda la realidad del VIH, eliminando de una vez y por todas tantos mitos existentes a esta condición. Por el contrario, instamos a celebrar estas vidas que luchan día a día para seguir en esta batalla de vencer el VIH, muchos con la esperanza que finalmente aparezca la cura.

Si conocen a una persona que sea sobreviviente al VIH, denle un apretón de manos y felicítele por sus años siendo soldado en esta lucha. Mejor aún, únanse en la lucha para extirpar tantos mitos e ideas confusas sobre el VIH.