Este fin de semana comprobé lo que tanto se menciona en nuestra Isla. Aquí se consume, se compra y gasta a unos niveles que usted ni puede explicar.

Le pongo el asunto en contexto. Con el movimiento de Raúl Maldonado de Hacienda a la secretaría de la Gobernación, pude revisar unos temas concernientes al puesto que dejaba. 

La mayor preocupación eran los recaudos debido a que Hacienda es la caja que levanta el dinero para que lo reparta Gerencia y Presupuesto.

Maldonado me comentaba que se había superado la proyección mensual. Los recaudos habían aumentado y por bastante. De esa forma reaccionaba tranquilamente al cantazo de la jueza Taylor, quien dio por bueno el presupuesto de la Junta de Control Fiscal, que le añadía unos millones a la cifra presentada por el Gobierno.

Lo dicho para el récord encuentra eco en diversas fuentes no gubernamentales.

Por ejemplo, las cifras de venta de cemento han presentado un aumento, lo que no es de extrañar, pues después de María tenemos que reconstruir. Así se explica también el aumento de un 34 por ciento en lo relacionado a ferreterías y materiales para el hogar. 

Sin embargo, ¿qué me dice de los automóviles? Desde enero pasado, la industria ha reflejado números que superan a los meses de enero a julio del 2017. Uno pudiera explicar qué tal vez las personas estaban sustituyendo los vehículos averiados tras el huracán, pero esa bonanza directa pudo haber terminado en unos meses más temprano y no que continuaría hasta entrado el verano. 

En cuanto a mi experiencia, les puedo contar que el viernes acudí en horas cercanas al almuerzo, al centro comercial San Patricio en Guaynabo. Simplemente, me tuve que ir pues no conseguí un bendito estacionamiento. Claro, había una parte que estaba en construcción, pero por lo general, el lugar cuenta con espacios suficientes, aunque fuera viernes. Por cierto, en ese mismo centro comercial abrió una tienda de la empresa Deportes Salvador Colom. Después de años de no tener tiendas al detal, regresaron con un alquiler hasta diciembre. El apoyo de los consumidores ha superado la expectativa y acarician la idea de quedarse. 

Esa misma noche coincidí con una buena amiga que es gerente de una de las tiendas que vende “artículos famosos” a precios baratos. Me comentaba que desde que la tienda abrió tras una remodelación obligada por María, sus ventas habían alcanzado el triple de los proyectado. Yo no lo podía creer. Tras una carcajada me decía que los carritos desfilan por las cajas registradoras llenos de diversos artículos de los que usted encuentra en el local y que no son de primera necesidad. 

El sábado, continuó mi recorrido por varias tiendas. Primero visité un conocido local dedicado a la venta de equipos electrónicos. El mismo estaba abarrotado y no precisamente de personas mirando o refrescándose del calor, si no que estaban comprando. Salían con todo tipo de productos, que baratos no son.

Después paré en una tienda de colchones de dormir. Sin sonrojarse el gerente de la tienda me confesaba que entre las 2:00 de la tarde y las 5:00 de la tarde se había generado unos $8,000. Así como lo lee. En solo tres horas, la caja había sonado de manera contundente.

La noche terminó en un restaurante que, a pesar de que el reloj marcaba las 8:00 tenía gran cantidad de comensales. Entre copas reflexionaba que no era “guasa” el asunto de los recaudos.

En este país se está moviendo el dinero. Ojalá. La recuperación económica es necesaria. El origen de toda esa bonanza viene de distintas fuentes, pero eso se lo dejo a usted para que llegue a sus propias conclusiones.