Nada mejor que el tiempo. Con el paso de los días usted puede o no corroborar lo que la prensa reporta. Así ha sido desde que esta emergencia comenzó. A pesar de los ataques de ciertos fanáticos ciegos, que ven agendas y complots por todas partes, lo advertido en la prensa se ha corroborado. 

Comencemos con la cifra de muertos.  Fue tan temprano como el 28 de septiembre cuando se hizo la primera denuncia. El Centro de Periodismo Investigativo levantó serios cuestionamientos tras documentar casos en 8 municipios que sufrieron grandes estragos. Las denuncias fueron ignoradas. 

Se tomó el período del 20 de septiembre al 30 de octubre y se analizaron los datos. Se encontraron 985 muertes en exceso en comparación al mismo período del año 2016 y nuevamente fueron ignorados. El 19 de noviembre CNN realizó un sondeo en 112 funerarias y reportaron 499 muertes que se le atañen al huracán. Ya aquí comenzó el titubeo. 

Nueve reportajes más tarde realizados por el propio Centro de Periodismo Investigativo, por Primera Hora, por el Nuevo Día, por Noticentro y la “madre de los tomates”, el gobierno no tuvo más remedio que reconocer que tienen un problema estadístico y el propio gobernador Ricardo Rosselló ordenó el 18 de diciembre que se reabra el asunto y se cuente nuevamente. 

Así ocurrió con Whitefish. Nos cayeron arriba, a la prensa, cuando presentamos las denuncias de esta pequeña empresa con dos años de fundada y tan solo dos empleados. No reaccionaron hasta que CBS se apareció en Montana y los medios “nacionales” reportaron lo afortunada que fue la empresa. Hasta el Congreso abrió una investigación que está en proceso. Finalmente, el gobernador tuvo que cancelar el contrato y perdimos $118 millones que FEMA no reembolsará. 

Igual fue con los suministros. Se denunció atrasos y problemas en su repartición. El gobierno lo negó. Luego alcalde por alcalde, rojos y azules, denunciaban que no estaban llegando los suministros. Aparecieron escritos de S.O.S. con pintura que fueron captados por helicópteros y las cámaras de televisión presentaban residentes de comunidades con la misma queja. Al final tuvieron que aceptarlo. 

Lo de la APPA, la falta de materiales en la Autoridad de Energía Eléctrica y las discrepancias entre generación y abonados con servicio fue otra manzana de la discordia entre periodistas y gobierno. Luego de negarlo tuvieron que salir corriendo el 30 de octubre a pedir la ayuda de la APPA. Esta entidad agrupa a las empresas energéticas de la nación. Cuarenta días más tarde, reconocieron que no los habían llamado. El propio gobernador se vio obligado a pedir ayuda el 31 de octubre a sus homólogos de Nueva York y Florida. 

Lo de los materiales explotó esta semana. Tras negarlo, el propio Cuerpo de Ingenieros reconoció que sólo han llegado a las Isla unos 12 mil postes de más de 52 mil que se necesitan. Con ello, reconocieron que la recuperación energética no se vislumbra en su totalidad hasta entrado el verano. La prensa venía con el sonsonete hacía más de un mes pero, los fututos decían que eran inventos del concubinato UTIER-Prensa. 

Hasta el Blue Flu y el tardío pago de horas extras de los policías se corroboró luego de que el propio Pesquera se burlara de la primera plana de este periódico que trajo la denuncia oficial. Un mes más tarde, todo se corroboró y el marcado ausentismo es evidente en los cuarteles policíacos. La fuerza de orden público enfrenta fatiga, desgano, desilusión y molestia por que no fluye el dinero adeudado. 

Todo esto salió a la luz gracias al trabajo de la prensa en su variedad de medios. No salivamos alegría como algunos adjudican. El trabajo de la verdad es menester de todos los días. Es lo que se merece el ciudadano común y corriente. No es atacar o tratar de minar la credibilidad de la prensa pues, al final del camino, todo se corrobora.  Aquí no le cargamos las maletas a nadie, bastante duro se le fiscalizó a la administración García Padilla. Pero para documentar tiene que sentarse y leer. Poco hacen la tarea y viven a lo “papagallo”. 

Merecemos que la Isla se levante. Que nuestra economía mejore. Nadie gana con una economía decadente, en quiebra. Al final perdemos todos. Debemos deponer las armas ideológicas y reenfocarnos en la reconstrucción de nuestro territorio. La ayuda no vendrá como maná del cielo. La agenda es dura y nos necesitamos todos. Incluyendo a la prensa que usted ataca.