Toda la Isla se quedó atónita con las imágenes que la televisión nos transmitió y en la cual, se observaba a la División de Operaciones Tácticas haciendo un cordón humano para auxiliar al presidente del Senado, Thomas Rivera Schatz.

El líder senatorial se encontraba en el Centro para Puerto Rico, hasta donde llegó gracias a la invitación que le hizo la exgobernadora Sila María Calderón. Era la continuación de una charla que se dio en el Capitolio y en la cual, la exmandataria solicitaba apoyo a la Fundación que lleva su nombre. 

Estas fundaciones tratan de ser una copia de las Bibliotecas Presidenciales. La idea está chévere, pero pecan de imprudentes. No me mal interprete. Tienen un valor histórico, sobre todo para investigadores.  Pero estas instituciones viven principalmente de fondos públicos, en lugar de ser más proactivos para buscar recursos privados. Esta realidad es más evidente en esta coyuntura histórica, en la cual tenemos una Junta de Control Fiscal apretándonos los testículos.

El horno no está para galletitas. Ya se terminó lo que había en la olla y estamos raspando el pega’o.

La soga está partiendo por lo más fino y la Universidad de Puerto Rico es un claro ejemplo. Los recortes propuestos no pueden ser, si es que aspiramos a mantener una educación de alto nivel. En ello, los estudiantes tienen razón. Sin embargo, deben tener cuidado con sus mecanismos de lucha ya que pueden enajenar a sectores importantes de la opinión pública.

Es un juego de ajedrez, en el que la cordura debe prevalecer. Los errores tácticos se pagan caros. No deben taparse la cara, ni usar capuchas para esconder su identidad. La propia UPR cultiva el intelecto, la gran diferencia con el que NO estudió. Aquí no debe haber problemas de que los vayan a carpetear y el que haga tan detestable acto, debe ser señalado públicamente para que se fijen las responsabilidades correspondientes.

 De igual forma, debemos orientarlos para que no vean a la prensa y su rol de informar como algo adversativo. Aquí no se van a tergiversar las cosas, por el contrario, pueden documentar los eventos y evitar acusaciones como las vertidas en Carolina, donde los grupos pro huelga lanzan manchas a la asamblea que procedió a levantar la huelga indefinida. La prensa no fue permitida en el lugar por un capricho, por ende, no se registró qué fue lo que realmente allí ocurrió. 

Luego viene el incidente con Rivera Schatz, ese ángel de la guarda que fanfarronea a todo lo que da y vive de la controversia. Sin encomendarse a nadie, sacó pecho para decir que le vale un pito la Junta y los estudiantes que él describe, como rebeldes sin causa. Es el aleteo de alguien que sabe que está bajo la bota del régimen imperial. Los poderes de la Asamblea Legislativa y las leyes que procesan están bajo el ojo de la Junta. El presidente del Senado no cuenta ni pa’ pool ni pa’ banca ante la realidad fiscal presente. El pedido de auditar la deuda no se va a materializar por más méritos que puedan argumentar. 

En su lugar, el ruido de las reyertas provocadas o no por sectores estudiantiles ocupan las portadas. La tensión está subiendo. Otros sectores se unirán a medida que trastoquen beneficios. Ante esto, la cordura debe prevalecer.

El martes perdieron los estudiantes. El asunto debió de haber terminado de otra forma. Mucho cuidado con los mecanismos de lucha, el País está de por medio. La unidad de sectores es súper importante. Si no lo logramos, reinará la división y en esa, todos perdemos.