Con la admisión de que somos un territorio, subyugados al poder plenipotenciario del Congreso, los Estados Unidos aparentan haber abierto las puertas para que los puertorriqueños decidamos nuestro destino político, en un proceso libre, de igual a igual.

Parece que llegó la hora de “ponernos los calzones largos”

Pero, para estar de igual a igual, primero se nos tiene que descolonizar.

La potencia administradora, en este caso los Estados Unidos, no puede ejercer poder alguno sobre nosotros, si es que vamos a decidir libremente.

Para ser iguales, tenemos que tener nuestra soberanía, para que en un ejercicio de autodeterminación, decidamos, si queremos integrarnos a los Estados Unidos como estado;  si queremos una asociación por libre consentimiento;  o si optamos por la independencia, que es un derecho inalienable. Irrenunciable.

Descolonizar es eliminar todo viso de desigualdad política de una potencia sobre un territorio.

Un pueblo colonizado no tiene control sobre sí mismo, ni poder para  desarrollar su propia economía  y su  crecimiento, en atención a sus necesidades.

No tiene posibilidad de establecer una relación entre iguales, con los demás países del mundo, que en su gran mayoría, son libres e independientes.

Es como ser un pueblo esclavo. Trabajas para beneficio del amo, en menoscabo  de tus propios intereses y de lo que te conviene.

 En poco tiempo, del Senado federal aprobar el proyecto  PROMESA, experimentaremos en carne viva la esclavitud, con la imposición de la junta de control fiscal.

Esta rémora despótica nos dominará, sino con un látigo, con amenazas, intimidación, persecución y cárcel.

 ¿Hay quien lo duda?

Lo hemos vivido antes. Si no estás de acuerdo con sus decisiones y los desafías, te encarcelan.

Puertorriqueños de todas las ideologías solicitaron el pasado lunes, a la Organización de las Naciones Unidas (ONU),  que se nos vuelva a incluir en la lista de territorios no autónomos y que se inste a los Estados Unidos a iniciar el proceso para la descolonización de Puerto Rico.

 El Comité de Descolonización o Comité de los 24 de la ONU es el organismo a cargo de  monitorear e impulsar el proceso de descolonización de los territorios no autónomos, con el propósito de poner fin al colonialismo.

En 1945, la ONU proclamó “el respeto por el principio de la igualdad de derechos y la libre determinación de los pueblos”.

Libre determinación significa que la población de una colonia o territorio dependiente decide sobre la futura condición de su país.

O sea, nosotros los puertorriqueños podemos aspirar a alcanzar la igualdad de derechos y decidir por nosotros mismos, lo que queremos.

 En 1945, cuando se fundó la ONU, existían más de 80 territorios no autónomos bajo régimen colonial, en los que residían 750 millones de personas que representaban una tercera parte de la población mundial.

En 2016, existen 17 territorios no autónomos pendientes a descolonizarse en la lista del Comité de Descolonización.

Puerto Rico fue excluido de la lista, luego de que los Estados Unidos hiciera la falsa representación de que en 1952 con la aprobación de la Ley 600, se creó un gobierno autónomo, el ELA, que cumplía con “los criterios internacionales de autodeterminación e independencia”.

La lista de territorios  incluye a  Anguila, Bermudas, Gibraltar, Guam, Islas Caimán, Islas Malvinas, Islas Turcas y Caicos, Islas Vírgenes Británicas, Islas Vírgenes de los Estados Unidos, Montserrat, Nueva Caledonia, Pitcairn, Polinesia Francesa, Sahara Occidental, Samoa Americana, Santa Helena y Tokelau.

Tras las exposiciones  y reclamos de los ponentes, el Comité de Descolonización, aprobó nuevamente una resolución en apoyo al derecho de Puerto Rico a la libre determinación y al derecho inalienable de la Isla a su independencia.

Después de 118 años de coloniaje, es justo que nos despojemos del lastre de la esclavitud y escojamos nuestro destino. Es un derecho.

Son tres las opciones, estadidad, libre asociación e independencia.

Si se nos permite decidir en libertad, como pueblo soberano, entonces sí estamos de igual a igual.