En esta colonia 100 x 35, se producen eventos, noticias, chismes, rumores, controversias, desinformaciones y mentiras para mantenernos entretenidos todo el día.

Da la impresión, a veces, que la distracción es intencional, para desviarnos de asuntos muy serios, que se debaten, relacionados a nuestro destino político.

Parecería, por momentos, que se nos quiere agregar un poco de desasosiego y terror, a la confusión que ya tenemos, con respecto a la resolución final de nuestra particular situación política colonial.

Entonces se filtran “misteriosos planes de Isis” de ataques terroristas en una placita  y a unos periódicos, en una isla del Caribe, que no aparece en los mapas del mundo y cuya única referencia geográfica, es que está cerca de Cuba.

A esta “misteriosa” amenaza terrorista que se cierne sobre la placita de Santurce, se le ve una costurita de falsedad y de mentira.

Se puede hacer una veintena de conjeturas de quién o quiénes originan “la noticia”.

Se pueden prender los bombillos de la paranoia y concluir que es “la Inteligentzia”, que siempre se cuela.

Los actos terroristas se llevarían a cabo a finales de julio o principios de agosto. 

¡Cuánta especificidad!

En tanto, las autoridades invierten recursos, tiempo y personal en corroborar la veracidad de una información, que hasta ahora, el director del FBI, en buen spanglish, ha dicho que “no es veraz”.

Hace 38 años, el 25 de julio de 1978, las autoridades, intentaron crear un ambiente de histeria, alertando sobre posibles actos terroristas, que justificarían la represión contra independentistas.

El único acto terrorista que ocurrió ese día, fue el asesinato de dos jóvenes independentistas, Arnaldo Darío Rosado y Carlos Soto Arriví, quienes fueron entrampados y ejecutados, por agentes de la entonces División de Inteligencia de la Policía de Puerto Rico.

La historia nos enseña que hay que actuar con suspicacia, sin dejar de estar  alerta y sin bajar la guardia.

Este 25 de julio, además de recordar ese lamentable suceso, se cumplen 64 años de la creación del Estado Libre Asociado (ELA).

Es un día festivo cuya celebración ya no tiene sentido. 

No existe ningún pacto entre “países iguales”. 

Nos quitaron el derecho a un gobierno propio.

“Ustedes son nuestra colonia. Son nuestro territorio. Nos pertenecen”, nos dice Estados Unidos, sin bochorno alguno.

Los defensores del ELA no tienen nada que celebrar. Todo fue una gran mentira, para acallar a la ONU y a la comunidad internacional, enmascarando el rostro de la colonia.

Ni Alejandro García Padilla, ni Ricky Rosselló, ni David Bernier van a gobernar. 

Gobernará una Junta de Control Fiscal. 

No tenemos nada que delinear; siete déspotas regirán nuestras vidas.

Es una situación, que sicológicamente cercena aún más, nuestro ser.

Volvemos a los inicios de la colonia.

El 25 de julio de 1898, tropas estadounidenses invadieron a Puerto Rico, mediante el uso de las armas y la violencia, tomándonos como botín de guerra.

¡La colonia cumple 118 años! ¡Son 118 velitas!

Ah... por si las dudas, no bajen la guardia.