Un amigo que trabaja en seguridad me dijo que las cosas le parecían que iban mejorando. Me preguntó que cuándo íbamos a ver el momento duro para la Isla porque creía que estábamos más o menos bien gracias a los fondos que están entrando luego del huracán.

Sin duda los fondos federales de María y los dineros de aseguradoras sumarán por los próximos dos a tres años inyección económica. Pero, esos datos hay que ponerlos en contexto y a la vez entender simultáneamente que Puerto Rico se juega la vida en el proceso de la quiebra que enfrentamos.

La mayor parte del pueblo todavía no ha entendido el estercolero en que estamos metidos. Los políticos y medios no han explicado suficientemente al país que estamos relativamente bien porque gracias a PROMESA no estamos pagando la inmensa mayoría de la deuda. Si estuviéramos pagando la deuda tendríamos que sacar 4 billones de pesos que ahora mismo no estamos pagando. 

Para que tengan la idea de lo que significan esos 4 billones que NO estamos pagando mientras nos dure el proceso bajo PROMESA, estamos hablando de que habría que subir el IVU de 11.5% a 25%, subir las planillas dramáticamente, aumentar el impuesto de foráneas, subir la luz, etc. 

Estamos viviendo en lo que la Biblia llama “el tiempo de gracia” donde una ley federal tiene un pedazo de “misericordia” (el stay donde no hay que pagar la deuda) donde el que debe chavos coge un break en lo acaba esta película de terror de una deuda aplastante. 

Todavía la película está empezando. De hecho, la jueza no ha determinado la constitucionalidad de COFINA, lo que son los recursos disponibles y lo que sería el “clawback” para pagar la deuda constitucional (GO’s). 

Así que resulta imposible cantar como que estamos bien mientras hay una espada de Damocles persiguiéndonos como si para zarpar este barco tuviéramos un ancla que arrastrar a perpetuidad. Si tuviéramos que pagar esa deuda hoy, estaríamos cerrando muchísimas más escuelas, bajando muchísimo más las pensiones (probablemente no habría pensiones porque el sistema ya no tiene fondos), eliminando montones de beneficios a los empleados del gobierno y probablemente implantando una reducción de jornada laboral junto con despidos.  

Por tanto, me parece aún más preocupante escuchar al gobernador vociferar todas estas noticias positivas de que hay 6 billones disponibles en el plan fiscal para la deuda, que el desempleo ha bajado, que tenemos más personas trabajando que hace décadas y todas las notas positivas que está lanzando la administración. Los políticos tienen que tener mesura entre el positivismo y el realismo mágico.

Los datos son que con el acuerdo de COFINA anunciado por la Junta y por el gobernador, no quedan más fondos para la deuda según al plan fiscal. Tendríamos que limpiarnos toda la otra deuda, el 100% de los bonos de GO’s y el UCC (acreedores no asegurados) para continuar operando el gobierno y a la vez pagar algo de la deuda con alguna posibilidad de emitir deuda nueva en algún momento como mandata PROMESA. 

Es imposible que una jueza federal permita cepillarte toda la deuda de GO’s si los datos que manda el gobierno es que todo está bien, mientras todo el mundo sabe que hay montones de servicios que el gobierno no está dando, desde educación especial hasta tener patrullas y ambulancias. Anunciar eso es esconder los cadáveres bajo la alfombra y ayudar al argumento de los bonistas de que tenemos para pagar solo que no queremos. 

Mi llamado al gobernador es que deje la guasa y no se convierta en Ricky Coehlo que ya para eso tuvimos a Alejandro. 

No es positivo esconder la verdad, no es pesimista ni derrotista decir los datos. Si el gobierno estuviera pagando lo que realmente debe pagar al corriente como comprando patrullas y el equipo que necesita la policía, pagando al día las horas extras, servicios de educación especial, reclutando los de emergencias médicas, ambulancias y demás, no podríamos estar hablando de sobrantes ni ocho cuartos. 

El acuerdo de COFINA es malo, pero puede convertirse en una bendición si se sabe usar. Si el acuerdo se logra para limpiar toda la otra deuda entonces podría ser una bendición para nuestro futuro porque para resolver esta crisis había que escoger un lado y obviamente con el envejecimiento de la población difícilmente pueda volverse a los mercados con un ingreso tan inestable y que depende de la disponibilidad legislativa, versus COFINA que se paga directo del IVU sin pasar por las manos de los políticos.  

El problema sería todos los fondos del “clawback” que van a pedir los bonistas de GO’s y demás lo que será una guerra a muerte en los tribunales, pero sin duda lo que no podemos es pretender cepillarnos en un plan de ajuste a categorías de bonistas completos mientras estamos diciendo que tenemos sobrantes, economía vibrante y más empleos que nunca creados por unos fondos que se acaban pronto. 

No es el cuento del lobo lo que le contamos a ustedes desde el micrófono y estas letras. Nos jugamos la vida y ya aquí el lobo está a forma de tiburón que quiere cobrarnos todo sabiendo que, aunque quisiéramos no podemos. Máxime tras la decisión de la jueza que le quita la colateral a los bonistas de POB lo cual permite forzar aún más negociaciones favorables al futuro de Puerto Rico. 

Hacer esa proyección de positivismo ciego no solo es mentir, sino también hipotecar hasta a los nietos para que otros paguen este desastre porque no hay juez que permita quitarle fondos a acreedores si estás cantando que tienes billetes corriendo entre las manos. No permitamos desperdiciar esta crisis.