Cada vez que escucho a alguien decir que sabe “la solución a los problemas de Puerto Rico” con esto de la deuda sonrío y me pregunto si es que saben más que nadie en el mundo. 

La realidad es que nos enfrentamos a un escenario que nunca antes se ha vivido. Cualquier otro lugar del mundo pasa por un situación como la que enfrentamos, ese país va para el Banco Mundial o el Fondo Monetario Internacional y resuelve el problema al menos a corto plazo. Para las jurisdicciones dentro de Estados Unidos van al Tribunal de Quiebras y solicitan un remedio. 

Nosotros no tenemos un remedio legal disponible. Por tanto, los comentaristas, periodistas y políticos que hablan del tema están especulando y dando su opinión (me incluyo), pero ninguno sabe realmente qué es lo que va a pasar PORQUE LOS DETALLES DE LA SITUACIÓN DE PUERTO RICO SON ÚNICOS EN EL MUNDO MODERNO. 

Grecia fue a la troika (Banco Central Europeo, Fondo Monetario Internacional y Comisión Europea) para conseguir un remedio a su deuda. Detroit fue al Tribunal Federal de Quiebras para conseguir un remedio. Puerto Rico no tiene ninguno de esos remedios. El único remedio que tenemos ante la situación que enfrentamos es suplicarle a Estados Unidos que haga algo. 

Mientras estén los republicanos en el poder (y quizás aún con los demócratas) el único remedio que se nos ha presentado es a través de una Junta de Control Fiscal. Y digo de control porque eso que dicen ahora para adornarla alegando que es de “supervisión” es falso. Esta junta es “con todos los powers”. Tendrían autoridad sobre el presupuesto, leyes, permisos y todo lo importante. 

Para poner ejemplos concretos, la Junta puede decidir darle permiso a la planta de Energy Answers en Arecibo, cancelar el presupuesto de municipios para pagar la deuda, entregar la Ventana al Mar a Paulson, cerrar escuelas, recintos de la UPR, disminuir los fondos para entidades sin fines de lucro, imponer contribuciones nuevas, etc. Se le deja hacer todo eso a cambio de que esa Junta, si así decide, pueda determinar obligar a los bonistas a que reduzcan la cantidad de la deuda. O sea, que a cambio de que ellos quizás bajen la deuda le estamos dando las nalgas. 

Ahora, ¿qué otra alternativa tenemos bajo el status actual? La verdad es que solo tenemos tres alternativas: 

1 – Aceptar la Junta de Control Fiscal y suplicar que venga con intención de reestructurar la deuda y buscar mecanismos de desarrollo económico. 

2 – Que el Congreso no haga nada y entonces ir a pelear en los tribunales federales con el Secretario de Justicia que apoya el caso contra el Manco y que mandó a hacer unas pruebas de ADN en el caso de Glorimar Pérez Santiago a las que no les hace caso. 

3 – Negociar con los bonistas para que unánimemente nos den un break de la esperanza. 

Bajo el Congreso actual esa es la que hay. Aceptamos la Junta con todos los powers a cambio de que quizás baje la deuda o nos vamos al tribunal federal y quedamos a la merced de los jueces federales. Lo brutal es que estos jueces federales no tienen ningún remedio que ofrecer. Ellos tienen que seguir la ley actual que los obliga a decirnos que tenemos que pagar la deuda sea como sea. 

Ninguna alternativa está en nuestras manos. El futuro de nuestro país está en manos de personas que nombró el presidente de Estados Unidos y que confirmó el Congreso. Si en algún momento quedó claro el status colonial es ahora. Nuestro futuro o lo decide la Junta federal o los jueces federales.

¿Cuál de los dos males te gusta más? Algo me dice que alguna gente irá a darle recibimiento al aeropuerto a los miembros de la Junta como si fueran Tito Trinidad y Denise Quiñones.