Ricardo Rosselló llegó a la gobernación diciendo que sería el cambio a la “nefasta” administración de Alejandro García Padilla. Dijo que él tenía un plan que lograría demostrar que podía pagarse la deuda, que podía evitarse el despido de empleados públicos y que restauraría la credibilidad de Puerto Rico ante los mercados.

Meses después hemos visto que la realidad es otra. Hasta los mismos bonistas que antes lo aplaudieron como dice la nota arriba, empezaron a ver el cambio de posiciones del ahora mandatario https://www.wsj.com/articles/puerto-rico-governor-weighs-asking-creditors-for-more-concessions-1485526242. 

Vea esta lista para que pueda notar cómo cuando el estiércol choca contra el abanico no importa el gobernador de turno, la realidad colisiona con los deseos:

1. Alejandro García Padilla dijo que podría pagarse la deuda, tildando de insensato a todo el que sugería lo contrario.  En julio de 2015 tuvo que aceptar que no se podía pagar. Ricardo Rosselló igualmente dijo que se podía pagar la deuda completa también hasta recientemente.  Luego pidió la quiebra del gobierno central, de COFINA, de la AEE y otras instituciones. 

2. Alejandro dijo que hacía falta un “stay” de litigios por la deuda para poder negociar con los bonistas o impagar. Ricardo dijo en la campaña que no era necesario que el problema era la falta de credibilidad. Luego pidió hasta extender ese “stay” hasta diciembre de 2017 porque si no el gobierno cerraría y no podría negociar con los bonistas.

3. Alejandro aprobó legislación para recortar los beneficios de retiro. Ricardo dijo que no era necesario y que hasta se podrían revertir los recortes. Ahora acaba de vetar un proyecto que devolvía beneficios a los policías y liquidó las administraciones de retiro para pagarlos desde el gobierno central.

4. Alejandro dijo que bajaría el IVU y terminó subiéndolo. Rosselló dijo que lo bajaría en verano, para hace una semana decir que eso no era posible.

5. Alejandro atrasó el pago de reintegros para mantener la liquidez del gobierno. Rosselló dijo que esto no era necesario y que se pagarían los reintegros. La semana pasada Hacienda admitió que no podría pagarlos porque necesitan cumplir con una reserva de cash.

6. Alejandro retrasó el pago de los suplidores porque necesita el efectivo en caja para evitar un cierre de gobierno. Ricardo igualmente para evitar la reducción de jornada.

7. Alejandro subió montones de impuestos para conseguir dinero y continuar las operaciones de las corporaciones públicas. Rosselló acaba de confirmar los aumentos en la AAA y ya no dice que bajará los aumentos aprobados por el pasado gobierno. Incluso, ha aumentado impuestos y otros servicios como los del CESCO, el tabaco, el impuesto disfrazado de multas de tránsito, eliminará deducciones de los que trabajan por cuenta propia, y otros.

8. Alejandro apoyó el acuerdo de la AEE antes de la aprobación de PROMESA aunque esto conllevaba un aumento en la luz. Finalmente, no firmó el acuerdo y dejó al nuevo gobierno decidir. Ricardo, aún después de PROMESA, aprobó el acuerdo con los bonistas que aumentaba sustancialmente la luz y fue la Junta quién lo vetó.

9. Alejandro compró un helicóptero, en un proceso irregular, ante la amenaza de que Aeromed dejaría de dar el servicio por la supuesta deuda del gobierno con ellos. Rosselló dijo que no podía usarse el helicóptero por meses, para ahora admitir que van a usarlo para dar servicios (como debió hacerse desde el principio y que las investigaciones continúen si es que hubo alguna irregularidad, pero mientras tanto debe usarse el activo y luego se procesa a quien haya que procesar).

10. Alejandro apostó ciegamente a la ley 20 y 22 para atraer capital a Puerto Rico. Ricardo ha incluso aumentado los beneficios de esas leyes.

11. Antes el PNP criticó el cierre de escuelas para ahora plantear cierres incluso más agresivos.

Sin duda el equipo de Ricardo Rosselló ha sabido comunicar y crear un aura sobre su capacidad. Además Rosselló muestra más claridad en el manejo de sus presentaciones públicas que su antecesor. Su resumé es más sólido que el de muchos gobernadores de los Estados Unidos. Sin embargo, la realidad fiscal azota más fuerte que cualquier plan de comunicaciones y se impone a pesar de eso.

Rosselló ha basado su gobernación en dos premisas que cada día son más difíciles de sostener:

1. Que su Plan para Puerto Rico es igual al aprobado por la Junta Fiscal. 

2. Que él--no la Junta--está en control de las decisiones del gobierno.

La realidad empieza a derrumbar estas premisas. Esto ha llevado a Rosselló a un terreno peligroso.  Primero dijo que su plan era igual que el de la Junta, luego que era 80% igual, y ahora resulta que el gobernador tiene una guerra abierta contra medidas que promueve la Junta. Por un lado,  se ha escudado en la Junta para hacer los recortes como los de la UPR y los municipios, y por el otro, dice que es su plan fiscal el que se está implementando.  Cuando conviene políticamente, el plan es suyo, cuando no le conviene políticamente es culpa de la Junta.

El camino que traza Rosselló, a seis meses de mandato, no es muy distinto al que forjó Alejandro García Padilla. Cierto que Alejandro chocó contra todas las paredes que encontró a su paso, no supo comunicar un mensaje coherente, y falló en aglutinar el apoyo de su propio partido para gobernar.  Rosselló, por el contrario, muestra mayor tacto, tiene un coro y cuenta con un partido que le sigue en su estrategia de comunicaciones, que es muy superior a la del gobierno anterior.   Además, Alejandro ya se fue y a Rosselló le quedan más de 3 años de gobierno para enderezar lo que va mal.

De paso, si el gobernador quiere ir a la reelección hablando de nuevo con credibilidad puede empezar por bajar los impuestos que tanto criticó a la pasada administración. Porque si ellos aprobaron 90 nuevos impuestos, usted, gobernador, está aprovechando más de los 91 entre los anteriores y los nuevos. Si bien los impuestos son necesarios para pagar los “servicios esenciales” el país no los aguanta y la emigración continuará mientras vivir aquí sea más costoso que coger un pasaje en la revolución JetBlue. 

Como dijo Hubert Humphrey, ex-vicepresidente de los Estados Unidos: “Para que la propaganda sea efectiva tiene que ser de confiar. Para que sea de confiar tiene que ser creíble”.