Durante la campaña el ahora gobernador dijo que el problema de Puerto Rico no era la deuda, que era la credibilidad. Para enfatizar su punto, decía que Alejandro García Padilla no tenía credibilidad y que la falta de divulgación de los estados financieros auditados (que su gobierno tampoco ha publicado) eran la mejor muestra. 

En marzo de este año en una entrevista con Jorge Ramos dijo: “La deuda de Estados Unidos per cápita es tres veces más grande que la de Puerto Rico… el problema de Puerto Rico no es la deuda… el problema de Puerto Rico ‘era’ la credibilidad.” 

Curiosamente, su contestación a Jorge Ramos muestra una colisión con la verdad. Sin duda la deuda de Estados Unidos es mayor a la nuestra por persona. Igualmente, la deuda de Japón es la más alta del mundo. El asunto es que si tienes dinero en caja para pagar (o para imprimir) te pueden seguir prestando. Puedo tener una deuda de 20 billetes, pero si lo que tengo es 5 dólares, aunque mi deuda es pequeñita, estoy insolvente. 

Usando sus palabras vamos a hablar de la crisis de credibilidad, pero del actual gobierno:

1. Su campaña hizo cabildeo en contra de que nos dieran acceso a la ley de quiebras federal cuando Pedro Pierluisi y Alejandro García Padilla la pidieron. No había pasado un año cuando su gobierno pidió entrar en el capítulo III de quiebras. 

2. Su campaña dijo que se podía pagar la deuda y que se podía negociar con los bonistas. Un año después pidió tirar casi todo el gobierno a quiebra y los acuerdos ni siquiera se finiquitaron. 

3. Mientras se oponía totalmente a la aprobación de PROMESA, al entrar a gobernar de inmediato la usó en varias ocasiones. 

4. Dijo que profesionalizaría el gobierno, pero nombró a su tesorero de campaña como presidente de la Junta de la AEE y otros casos iguales. 

5. Su gobierno dijo el 1 de junio de 2017 que estaban listos para un huracán y que habían comprado suministros y materiales. Ahora hay una crisis de falta de suministros, equipo y materiales. 

6. Su gobierno dijo que llamaría a la APPA en caso de que un huracán nos azotara pues es la gente que se encarga de buscarte los precios más bajos. Además de toda la controversia de Whitefish, terminaron llamando a la APPA casi 50 días después del huracán.

7. Pasó una directriz para que los contratos pasaran por Fortaleza. Entonces, el contrato más importante tras el paso de María, dicen que nadie lo vio, nadie sabía nada, nadie se enteró, solo la AEE sabía. La prensa internacional reportó que FEMA había advertido que dicho contrato tenía cláusulas inaceptables y aun así lo firmaron. 

8. Cuando la prensa local e internacional encuentra el problema en dicho contrato, entonces ordena una auditoría de la Oficina de Gerencia y Presupuesto. Es decir, envía a su subalterno a auditar lo que su gobierno hizo mal. No solo eso, sino que el gobernador sabe que OGP no se dedica a hacer ese tipo de auditorías por lo que terminaron enviando un referido a la Contralora manchando todo aún más. Tras semanas de su gente defender el contrato, lo cancelaron. 

9. Su Secretaria de Educación tiró al medio el tema de los contratos tras hacer saber que ella no tuvo nada que ver con el contrato de CSA, firma estrechamente ligada al partido de turno, y no es hasta que esto explota que deciden cancelar el contrato. 

10. Pide a la Legislatura aprobar por ley una oficina de recuperación. La Legislatura lo ve como algo peligroso ya que en un grupito que responde al gobernador repartirían billones largos en vez del proceso normal y cuelgan el proyecto. El gobernador como quiera aprobó dicha oficina por Orden Ejecutiva. Tras el escándalo público se vio obligado a enmendar su orden. 

Señor gobernador, este fue solo un “top 10” de los problemas de credibilidad. Hay muchas más. Pero hasta ahora usted tiene razón, el problema de Puerto Rico es la credibilidad.