No tengo duda alguna de que la tendencia de emigración continuará. Y no es que me alegre, todo lo contrario, cada vez que un puertorriqueño se muda por necesidad y no porque tiene deseos de explorar el mundo y ver lo que hay en otro lugar me parte el corazón. Como he dicho antes, mi hija, mi hermana, mis padres en su momento, incluso yo nací en Chicago. Así que apoyo la emigración y que el ser humano busque la felicidad donde la pueda encontrar. 

El próximo cuatrienio, salvo un verdadero milagro, será uno mucho más complicado que el actual. Expiran los fondos de salud de Obamacare, se acaba el crédito de las foráneas, se acaban los fondos de retiro, la emigración provocará el cierre de comercios, habremos menos para levantar esto con más responsabilidades que antes. No me sorprendería si por primera vez llegamos a más de 100 mil emigrantes anuales en los próximos dos a tres años. De hecho, me sorprendería que no se vayan más de las 80 mil personas que se han ido en los pasados años. Es por esto que escribo esta columna. No, no quiero que te vayas, pero si te vas, quiero que lo hagas para estar mejor de lo que estás aquí, quiero que te vayas para que tus hijos tengan una mejor educación y un mejor futuro que el que le puedes ofrecer actualmente. Y si te vas bien, estarás en posición de incluso ayudar a quienes se quedan.

La percepción general de los puertorriqueños es que en los Estados Unidos todo es mejor. Que allí la gente hace chavos y las oportunidades están choretas. En parte es cierto. Desde Boston con excelentes universidades, San Francisco con un “boom”  brutal, el crecimiento de Austin, de Utah, la cultura latina de Miami, y Nueva York es la sede bancaria del mundo, pero a la vez se ha diversificado, junto con la explosión de gas natural del antes “fly over zone”. Pero de igual manera tienes lugares como Detroit, que acaba de salir de una quiebra y quizás tiene que volver a ella, Arizona lleno de racismo y el sureste de Florida, donde los niveles de pobreza han aumentado 46.7% desde el 2007. La realidad es que tu experiencia al mudarse de Puerto Rico dependerá en gran manera de qué tan bien planifiques. 

Aunque hay un montón de historias de éxito, el número de historias en contrario es preocupante. De hecho, los datos muestran que una de cada cuatro familias que se van terminan cogiendo cupones. Menos que quienes se quedan, pero es preocupante. De hecho, nos conviene que tengas éxito aun fuera de aquí, porque puedes hacer remesas, comprar productos locales allá, promover el consumo y la cultura, por tanto el turismo hacia Puerto Rico, etc. Parte de lo que escribo aquí es anecdótico porque viajo cada mes a dos meses a Tampa u Orlando pues mi hija hace años vive allá y veo y escucho muchas historias en el avión -de ida y de vuelta- y el tema de la diáspora es obligado.

Por eso escribo esta lista con algunas de las cosas que debes investigar o planificar bien antes de irte:

• Múdate con trabajo y sin el familión entero, para comenzar -  No hay razón para pensar que vas a conseguir trabajo de hoy para mañana cuando te vayas y a menos que tengas una cantidad sustancial de “cash” te las vas a ver difícil. He visto familias enteras viviendo en un hotel por mucho tiempo. La tecnología permite que solicites trabajos desde Puerto Rico y que hasta te entrevistes para ellos por internet. Irse a lo loco a ver lo que pasa es una fórmula para el desastre, la deuda que tomes para poder vivir esos primeros meses puede costarte y una gran cantidad de personas termina teniendo que coger tres trabajos por haberse ido sin tener uno desde el principio. Aun así, muchos terminan teniendo más de un trabajo sin duda alguna. 

• Mudarse es caro - El proceso de mudarse es un gasto que muchas personas pasan por alto en el momento de hacer los cálculos. Mudarse no solo implica comprar los pasajes, también hay que tomar en consideración los costos de mudanza o de comprar los bienes allá. Además, en muchos lugares al tú alquilar piden uno o varios meses de adelanto que tienes que tener disponibles al momento. También está el hecho de que no cobrarás desde el momento en que renuncies en Puerto Rico hasta al menos tres o cuatro semanas después de comenzar a trabajar allá. 

• Ese cheque no siempre es tan grande como se piensa. Muchos olvidan calcular los impuestos estatales y federales al momento de ver cuánto van a ganar. Todas las personas que conozco que se han mudado me han comentado lo impresionados que estuvieron al ver lo que les retenían en impuestos de sus cheques. En muchos lugares está el impuesto federal, estatal y municipal (y una prima de condado, en ocasiones). Aunque parte de esto te lo podrían devolver en un reintegro eventualmente, por esos primeros meses te vas a tener que bandear con menos dinero. Lo que vas a cobrar neto es fácil de estimar con calculadoras como las que se encuentran  en paycheckcity.com.

• Un dólar en Nueva York no es lo mismo que un dólar en Texas -  Los ojos de todos se llenan cuando ven los salarios que se pagan en los estados en comparación a los de Puerto Rico, pero todos los estados tienen costos de vida diferentes que hay que analizar. Y es que aunque la Isla es cara, hay muchos estados que la superan. Aquí con $50,000 una persona puede vivir relativamente cómoda, pero en Nueva York o Boston se le haría muy difícil. En Texas esos $50,000 son muy buenos en comparación con San Francisco. Existen herramientas como las de payscale.com que te ayudan a estimar cuánto se estira tu peso en cada estado.

• No todos los estados presentan buenas oportunidades -  Aunque estados como Texas y Utah están creciendo rápidamente y presentan un sinnúmero de oportunidades de empleo para profesionales, otros como Florida y Michigan tienen problemas serios. Estudios demuestran que 25% de los puertorriqueños que viven en la Florida cogen cupones… y no es un problema solo de los boricuas. Según la organización sin fines de lucro Step Up Against Poverty (búsquelos en Facebook) el 45% de los trabajadores en la Florida no ganan suficiente como para cubrir todas sus necesidades. Existen las herramientas online como la de forbes.com (Best and Worst States to Make a Living) para analizar las tendencias de crecimiento de cada estado y las industrias en las que hay más oportunidades. 

Finalmente, hay cosas obvias como que tienes que aprender inglés. Aunque sea masticado, pero tienes que hablarlo. Si de verdad te quieres ir tienes que coger un curso y hay montones tanto online como en la Isla. Tienes que hablarlo y punto, no seas acomplejado si no lo hablas perfecto. No te centres en un estado o un lugar antes de ver todas las opciones. Otros países latinoamericanos también están creciendo y mucho. Busca mucha información, haz un plan y entonces toma acción. 

Lo importante es que indagues dónde vas a tener más éxito y no te olvides de tu isla. Recuérdala y ayúdala a la distancia, ya sea comprando productos de aquí que vendan allá, o buscando productos de aquí online que sean Hechos en Puerto Rico y no en China. Auspicia servicios locales de contabilidad, finanzas, ingeniería, diseño, pero eso cuando estés bien. Participa en actividades de puertorriqueños de allá y métete en organizaciones porque si no te vas a sentir bien solo (que es algo que todo el que se va me dice que es lo más difícil el primer año). Vota a favor de los intereses de Puerto Rico, toma en consideración siempre lo que es mejor para la Isla desde la distancia como hacen los japoneses, cubanos y judíos siempre. 

No te creas que porque eres ciudadano americano no eres latinoamericano. Sé parte de entidades latinas y métete a ayudar a nuestros hermanos hispanos. Puerto Rico brillará a través de ti dondequiera que estés si lo haces bien y así ayudas a la Isla aunque tu zip code no empiece con 00.