La creatividad de la clase política boricua para clavarse los unos a los otros es tan brutal que con tal de asegurarse de que la próxima administración pierda para ellos volver al guiso hacen lo que sea. Dejan bombas de tiempo listas para explotar en el próximo cuatrienio, cosa de que al próximo se le haga imposible administrar sin medidas antipáticas.

Voy a explicar en qué consistieron esas bombas de tiempo para que usted vea que tú les importas poco. A ellos les importa el poder.

Ya en el 2009 se sabía que este cuatrienio tendría un montón de problemas de “cash”. Así que en vez de guardar parte de los $16,000 millones que cogieron prestados para tener unos fondos en reserva para casos de emergencia en el futuro, sea o no el otro partido el que gobierne -como hacen en Chile y Noruega- se cargaron todo el dinero. Pero eso no es lo importante: sabiendo que ya el crédito estaba al borde de la chatarra y por tanto sería imposible conseguir financiamiento, se cargaron al Banco Gubernamental de Fomento para asegurarse de que se quedara sin “cash” y así endeudarlo hasta “home”, haciendo imposible que ayudara en el próximo cuatrienio de igual forma. La lista es más larga, pero para demostrarte mi punto presentaré una breve muestra aquí de lo que se hizo bajo Fortuño y luego de lo que está haciéndose ahora mismo que va en la misma dirección:

Bajo Fortuño:

1 – El impuesto del 4% a las foráneas se aprobó en el 2010 e iba a ir dejando menos dinero a la próxima administración porque se hizo de forma tal que fuera bajando. Bajaba lentamente para la administración Fortuño, pero estrepitosamente del 2013 al 2016. Mientras para el año electoral 2012 el 4% bajaba a 3.75%, para el 2013 bajaba a 2.75% y en 2016 bajaba a 2.25%. Es decir, dejaría $1,000 millones menos de lo que tuvo el gobierno anterior. Obviamente, el próximo gobierno lo subiría a 4% y con eso se ganaría el sello de ser antinegocios.

2 – Pero se dejaron otras bombas. La AEE cogió un préstamo en el 2012 para aparentar que había logrado bajar la factura, para el período electoral. Falso. Se bajó truqueramente, pero el préstamo había que pagarlo y con intereses justo al comenzar el cuatrienio nuevo, “subiendo” la factura.

3 – Donde botaron la bola fue en el Banco Gubernamental de Fomento. Sabiendo que no habría crédito pronto y que sería muy difícil conseguir “cash” del 2013 al 2016, hipotecaron brutalmente al banco que le daba y conseguía “cash” al Gobierno, haciendo titánico el próximo cuatrienio. Con tal de no bajar el gasto, aunque aparentaron que lo bajaron, pero es la administración que más gastos ha tenido en la historia, Fortuño cogió $4,000 millones en notas prestadas del BGF que vencerían este cuatrienio. Además de los $2,000 millones que el BGF le prestó a Carreteras, sabiendo que no iba a pagar de vuelta nada, le metió unos préstamos a corto plazo en forma de notas que tendrían que pagarse del 2013 al 2016, haciendo un verdadero dolor de cabeza conseguir efectivo para operar el Gobierno. Básicamente dejaron al BGF $7,000 millones jo$%^%$# más debajo de lo que lo recibió.

4 – Servicio de la deuda: A este cuatrienio se le dejó una enorme bomba que aumentaría el servicio de la deuda de $600-$800 millones a $1,500 millones. O sea, el gobierno anterior y los anteriores, sabiendo lo que pasaría, cogieron prestados sin dejar para el futuro nada en reserva, obligando al próximo gobierno a tener que redirigir $700-$800 millones al año para pagar la deuda en vez de dar servicios al País.

5 – La reforma contributiva de Fortuño establecía que bajaría las planillas de la gente en 2013 sustancialmente. El problema es que para poder bajar tanto las planillas tenía que lograrse que el IVU recaudara una cantidad mucho mayor de la que recauda, así que realmente se sabía desde un principio que esto no se iba a cumplir, pero se culpó a la próxima administración por no haber bajado las planillas, cuando desde siempre se supo que no se iban a bajar pues las condiciones para lograrlo estaban a cientos de millas de distancia de la realidad.

6 – Las APP: en el caso de Carreteras se abonó a la deuda con la APP de Metropistas, pero le quitaron a Carreteras el 40% de sus ingresos. Es decir, resolviste un año, pero clavaste a la próxima administración con tener que subir peajes o imponer una “crudita” porque te acabas de quitar para los próximos años casi la mitad del dinero que entraba y bajaste la deuda solo en 10%, sacrificando el 40% del “cash” que entraba.

 7 – En esa APP de Carreteras se determinó que los peajes subirían desde el 2014 en adelante, haciendo ver que era la próxima administración la que los subía y no la de Fortuño, que fue la que acordó el aumento.

8 – Varios de los impuestos aprobados bajo la Ley 7 y otros tenían fecha de expiración previa, acortándole fondos a esta administración u obligándola a proponer otros iguales, pero más grandes por no tener el “cash” que se gastó previamente también.

Tal y como mencioné, antes se tomaban préstamos de largo plazo y por tanto comprometían a las próximas administraciones, pero por razones obvias ahora no nos prestan a largo plazo y cada vez se buscan mecanismos de corto plazo que terminan fastidiando a la próxima administración. Bajo Alejandro García Padilla, algunas leyes de igual forma establecen fechas de expiración con la intención de que la próxima administración tenga que subir impuestos y bajar gastos dramáticamente. De hecho, algunas de las propuestas del plan de cinco años de Alejandro para sacarnos de la crisis fiscal son básicamente perpetuar su gobierno aun perdiendo.

Bajo Alejandro:

1 – Crear una Junta de Control Fiscal que determine en gran medida lo que puede y no puede hacer la próxima administración pues en la renegociación de la deuda quedaría claro que si incumplen con los acuerdos, la deuda maduraría inmediatamente, por lo que la próxima administración estaría presa de lo que se decida en esa junta bajo Alejandro.

2 – En la renegociación de la deuda con la AEE y otras, se está pidiendo cinco años de moratoria al pago del principal y pagar intereses mientras tanto. Si bien eso se puede entender, también crea una carga de aumento en el pago de la deuda para el 2020, justo en el año electoral para la próxima administración.

3 – La Ley 66 tiene disposiciones que obligarían a la próxima administración a tener que decidir si volverla a implementar o no. Es decir, que desde ahora se sabe que la próxima administración probablemente tendrá que aprobar para empezar el 2017 medidas antipáticas para el sector laboral y las corporaciones públicas.

4 – El aumento del agua en el próximo préstamo que se está solicitando entraría en vigor en dos cantazos para la próxima administración.

5 – Las nuevas notas del BGF que se estaban negociando tendrían fechas de vencimiento también durante el próximo cuatrienio de igual forma.

6 – Sabiendo que los fondos de Obamacare se necesitaban extender hasta el 2019-2020, los han gastado a razón de que ya en 2018 no habrá dinero. Estamos hablando de $1,000 millones menos para salud que tendrán que buscarse ahora, antes de lo que se suponía.

A esto se le une el precipicio fiscal de los fondos Medicare Advantage, el final del acuerdo con el Tesoro federal sobre el impuesto de las foráneas, la inacción con la AAA y AEE de cumplir con acuerdos ambientales de la EPA, la falta de dragado en los embalses, etc., y el próximo cuatrienio estará más castrado que este aún. Hay mucho más que escribir de esta estrategia bajo ambas administraciones

Lo triste de esto es que algunas de estas medidas se justifican desde la perspectiva de la política pública de que se le da la oportunidad a la próxima administración de enmendar esas leyes o eliminarlas, o aprobarlas de nuevo. Se hace conociendo la realidad política partidista más que la buena política pública. Si en momentos de tal crisis vemos que esto sigue ocurriendo, ¿qué esperanza tendrán los jóvenes que quieren ayudar a echar adelante el País, pero lo que perciben es que el liderato político está más pendiente a ganar porque el otro lo hace mal y no porque ellos lo hacen bien?

Los partidos nos castran el futuro. No pecan por ignorancia, pecan porque quieren.