Desde el año 2006 dije que no me iba a comprar una casa hasta que no encontrara una ganga que me gustara lo suficiente como para comprarla y a la vez querer vivirla. Siempre pagué renta desde que me fui de mi casa en Jagual de San Lorenzo desde hace más de 15 años. Hace un año y poco más decidí comprar porque encontré todo lo que quería en un lugar. Pero el cuento de todos los que hemos comprado casa en Puerto Rico está a punto de ponerse muchísimo más complicado.  

Sabemos que al menos hay 130 mil viviendas con atrasos en pagos de hipoteca. De hecho, al menos 100 mil de estas están en las famosas moratorias. No sabemos el número exacto, pero el Senador Carmelo Ríos hizo unas vistas públicas no hace mucho donde se estima que luego del huracán sobre 200 mil propiedades pudieran quedar vacías además de las que ya estaban. 

Para colmo de males, la universidad de la ciudad de New York (Hunter College) y la Escuela de Planificación de la UPR hicieron un estudio donde encontraron que cerca de 18% de las propiedades en Puerto Rico están en desuso. O sea, una de cada cinco casas construidas están vacías. Este número es tan enorme que es el más grande en todo Estados Unidos y por mucho y no consideraron en el estudio viviendas no familiares y edificios. 

Según el estudio, 280 mil viviendas están vacías alrededor de la Isla. El estudio entiende que, por esto y otros factores, las casas han bajado en una mediana de 16% de su valor. O sea, hay montones de casas en Puerto Rico que deben mucho más de lo que valen en el costo de mercado. Conforme al estudio que puedes leer aquí la expectativa es que esta tendencia continúe. 

Si salimos de ciertas zonas, el número es aún mayor con viviendas que han bajado hasta 40% del valor al que se hipotecaron. 

Obviamente, la emigración y los huracanes pasados harán mucho más complicado poder recuperar los mercados más allá de las oportunidades de inversión que hay en la zona turística como Dorado, Viejo San Juan y partes de Isla Verde donde hay una recuperación o incluso aumento del valor de las propiedades. 

Pero, si a estas 300 mil viviendas vacías le añadimos 100 mil en los próximos años, estamos hablando de una depreciación del valor de nuestras casas dramático. 

Siendo las casas el lugar donde la mayor parte de la clase media metió sus ahorros, me parece increíble que este tema no forme parte del diario de la búsqueda de soluciones inmediatas porque, el problema de fondo es que si algo mantiene a la gente aquí es que tiene una casa, pero si la pierden, ¿para qué seguir aquí?

Las soluciones son obvias y ya se han implementado en otros lugares. 

- Primero, hay que demoler estructuras abandonadas y en desuso. 

- Hay que declarar estorbo público lugares que así lo son. 

- Hay que mudar miles de personas de zonas vulnerables y presionarles cortando utilidades y servicios sociales a cambio de que se muden. 

- Hay que crear un mercado de colateral (lien market) donde las personas que no paguen el impuesto a la propiedad pueda venir un tercero y pagarlo y quedarse con la propiedad, porque el daño social que causan los lugares vacíos y abandonados es demasiado pernicioso para todos. 

- Tenemos que copiar un modelo de usucapión más corto para que las personas que abandonan tierras y otros las aprovechan, si no ejercen a un período corto de tiempo su acreencia, quede en manos de quien las aprovecha la titularidad del terreno. 

- Establecer el Low Income Housing Tax Credit para evitar que se sigan construyendo propiedades para las cuales no hay demanda, pero que sea rentable. 

- Aprovechar los fondos CDBG del desastre de Irma y María para poder remover personas a lugares seguros. 

Como ven, hay soluciones para nuestros problemas y mientras antes más ágil el proceso. Pero quienes nos gobiernan están pensando en las elecciones, no en soluciones.