Toda la gente que conozco que sabe del proceso político y legal está aterrada con la Junta. La lentitud y la impunidad con la que han actuado ha dejado mucho que desear. 

Sin embargo, el pasado viernes en la noche recibimos una de las noticias más importantes en mucho tiempo aunque pasara bajo el radar. La Junta de Control Fiscal fue donde el juez federal Besosa y acudió a nombre de su autoridad para intervenir en el pleito incoado por los bonistas. En el documento legal presentado dijeron que son a quienes corresponde decidir el pago de la deuda y también que son quienes pueden obligar un proceso de renegociación de la deuda. 

Se opusieron a que se levante o se quite el “stay” de la deuda que es lo que ha permitido que el gobierno de Puerto Rico continúe operando. Es decir, ellos le dijeron a los bonistas que no pueden ir a pedir que se les pague a ellos por encima de la Junta y que no es cierto lo que decían los bonistas que la Junta no puede meterse en el medio en un importante pleito que incluía cuatro demandas consolidadas. 

Le guste a usted la Junta o no, lo cierto es que los datos del plan fiscal son tan “para pelos” que tras su presentación junto a los Estados Financieros Auditados dan margen a cualquier bonista a ir a los tribunales y reclamar el pago de la deuda. Según los documentos presentados, Puerto Rico no puede pagar nada de la deuda si no quiere entrar en recortes tan masivos de gastos que terminarían llevando a Puerto Rico a una espiral económica de colapso. Yo sé que mucha gente piensa que Puerto Rico no se puede poner peor, pero mire a Haití y a las zonas más pobre de nuestros vecinos y vea que claro que nos podemos poner peor. 

En la solicitud de los bonistas, pedía que se levantara el “stay” y eliminar la Ley de Moratoria. Según los datos presentados, el juez federal no tendría otra opción si no fuera por PROMESA y el “stay” tendría que ordenar el pago, la ejecución y concesión de un remedio tarde o temprano. O sea, vender la AEE, la AAA, Puertos, el IVU, la crudita, todo eso ejecutarlo y que el privado ponga los precios que quiera. Ese “stay” que se aprobó bajo la Ley PROMESA es la única protección que nos queda. Es el único escudo que tiene Puerto Rico para, ante nuestro status y relación con Estados Unidos, evitar que casi todo el aparato gubernamental sea ejecutado.

Al fin el pasado viernes la Junta de Control Fiscal salió en defensa de ese “stay” e hizo saber que es a ellos a quien corresponde decidir sobre el tema de la deuda y demás. El problema es que la Junta tiene que acabar de actuar rápido porque a ese “stay” lo que le queda son par de meses y con su lentitud no parece entender la premura de ello. 

En otras mociones presentadas, la Junta también decidió poner en sindicatura todo el proceso judicial sobre la deuda y toda orden del gobernador. 

No queda duda después de estas intervenciones de la Junta, han decidido que son dueños y señores de Puerto Rico y que van a usar su poder en el tribunal federal para hacer valer cualquier gestión si hay un desobediente. Si algo queda claro en estas mociones es que el tribunal federal ha quedado como total garante de que Puerto Rico cumpla con lo que decida la Junta y punto. Pero también quedó claro que la Junta pudo no haber intervenido y dejar que el tribunal ordenara el pago a los bonistas y dejar a Puerto Rico desnudo. 

En fin, la Junta nos dio un respirito más aunque sea con unos pantalones bien CA#$%^%$#. Pero, si te dan a escoger morir hoy o quizás morir en un año… ¿qué escoges? Eso hizo la Junta, “Die another day” y si hay voluntad quizás hasta podemos vivir.