La zona hotelera en el área de Rincón se vio seriamente afectada tras el paso del huracán María por la Isla.

El hotel Villa Cofresí, uno de las hospederías más emblemáticas del área de Rincón, sufrió daños significativos en su estructura, así como Rincón of the Seas y el Horned Dorsed Primavera entre otros.

Sin embargo, la administración de dichos complejos hoteleros -la mayoría de ellos, empresas familiares- comenzaron inmediatamente las labores de limpieza, restauración y acondicionamiento de sus instalaciones en un intento por volver a brindar sus servicios lo antes posible.

En un breve recorrido por algunas de las hospederías eran evidentes los daños físicos causados tanto por el viento, la lluvia y el mar, que en algunos casos arrasó con edificios enteros en varias zonas de Rincón.

En Villa Cofresí, algunas de sus habitaciones más modernas quedaron destruidas cuando parte de su techo se desprendió, así como parte del paseo frente al mar, que fue arrancado por la marejada. También se vio afectado parte de su restaurante por la acumulación de agua, entre otras zonas.

Sin embargo, Sandra Caro, gerente general de la hospedería aseguró que el personal del hotel inició de inmediato los trabajos de limpieza y reconstrucción de las zonas afectadas en la hospedería para intentar regresar a la normalidad lo antes posible.

“El hotel fue devastado. Sufrimos daños substanciales. Sin embargo, en esa ocasión, los daños no fueron tanto por el agua, como sucedió con el huracán Georges. Fueron más por los vientos, que se llevaron dos techos del tercer piso. También en el restaurante entró agua y la alfombra se dañó”, sostuvo Caro, quien estimó que los daños superarán el millón de dólares.

“Villa Cofresí tiene 52 años de establecido y va a estar aquí por muchos años más. Toda la familia está unida y trabajando a todo vapor para reconstruirlo y ofrecer el servicio... Estamos trabajando para abrir lo más pronto posible porque estamos aquí para ofrecer también un servicio que se necesita, no solamente por cuestiones de negocio, sino que aquí vamos a tener oficiales de agencias federales que van a necesitar dónde quedarse”, destacó.

Según indicó, algunas habitaciones del hotel sufrieron daños menores y el bohío donde ubica la barra frente al mar sobrevivió los vientos, pero todo el equipo interior como neveras, televisores abanicos y otros, se perdieron en su totalidad.

“Nosotros hemos pasado ya por esto. Yo recordaba a mi difunto padre (Rubén Caro), que cuando pasó Georges, dijo: ‘Manos a la obra, vamos a reconstruir’. Y aquí estamos sus hijos trabajando con su legado y sabemos que nos vamos a levantar más pronto de lo que la gente piensa”, destacó Caro, quien indicó que podrían tener habitaciones disponibles en uno o dos meses.

En medio de la difícil situación por la que atraviesan, la familia Caro no se olvidó de las personas que también fueron afectados por el huracán. Al menos por un día, la línea telefónica de la hospedería funcionó y la gerencia permitió que todo aquel que necesitar utilizar el teléfono para intentar comunicarse con otros familiares, así lo hicieran.

“El 24 de septiembre de 2017 es un día que yo jamás voy a olvidar, porque el servicio que nosotros dimos ese día fue impresionante. La fila de gente para usar el teléfono llegaba al parking y nosotros le hicimos la llamada a todo el que vino”, contó Caro.

“Las escenas que yo vi de la gente cuando escuchaba esa voz de sus seres queridos y decían: ‘estoy bien, te amo’ una y otra vez... me daban un abrazo y me decían: este abrazo es de parte de mi abuelita de 95 años que escuchó de mí gracias a ustedes”, agregó con voz entrecortada.

Otra de las hospederías que sufrió daños sustanciales fue Rincón of the Seas, que perdió parte de un área recreativa debido a la fuerza del mar.

De igual forma, algunos techos fueron afectados por filtraciones, así como el área de la piscina.

Pero fue en la zona que antes se conocía como Villa Antonio donde más sufrieron daños. Allí el mar se llevó algunas estructuras y afectó también las áreas recreativas.

“Tenemos dañados algunos edificios, pero no son del edificio principal, sino de las villas. Eso nos permite tener un área segura”, sostuvo Wanda Torres, gerente de operaciones del hotel.

“Si consiguiéramos combustible, podríamos adelantar los trabajos de limpieza y parte del hotel echarlo a correr de inmediato. Aunque no estén las 112 habitaciones disponibles, podríamos tener huéspedes con limitación de servicios”, sentenció.

Otras hospederías como el hotel Primavera también sufrieron daños estructurales al perder varios de los balcones con vista al mar, así como algunas habitaciones que se vieron afectadas por al agua y el viento.

De igual modo, algunas casas de alquiler también se vieron afectadas por la entrada de agua, pero se desconoce si están en funcionamiento.

El turismo en Rincón, una de sus principales fuentes económicas, entra ahora en su temporada más baja del año, pero a partir de noviembre inicia el flujo mayor de turistas de cara al invierno.