Yauco.- María Ruiz puede dar fe de lo que el ejército está haciendo en la calle tras el paso del huracán María. En su caso, está despejando la única carretera que le da acceso a su hogar y prácticamente a toda la carretera PR-128, que también conduce al aislado poblado de Castañer, en Lares.

Ruiz, quien vive con su esposo y su hija, tiene domicilio en el barrio Rubias, de este municipio, y no fue hasta hace tres días que por fin pudo llegar a Yauco para hacer diligencias. Desde el paso de María bregó el día a día como pudo.

“Nadie vino por esta área. Cogimos agua de acueductos y tenemos comida”, dijo la mujer.

Desde el 29 de septiembre la carretera PR-128 ha sido despejada por personal de la Reserva del Ejército de Estados Unidos en Puerto Rico y empleados de la compañía José Carro Construction, un contratista del Departamento de Transportación y Obras Públicas.

La Reserva, con unos 4,500 efectivos en la isla y alrededor de 1,500 en la calle trabajando la emergencia, también abre camino en las carreteras PR-371, PR-372 y PR-373, todas de la zona. Igualmente en la PR-106 entre Las Marías y Mayagüez, dijo el teniente coronel Carlos Cuebas, oficial de asuntos públicas de la Reserva en Puerto Rico.

Primera Hora llegó hasta la PR-373, justo cuando se les dañó una excavadora a los soldados. Habían recorrido tres kilómetros en cuatro horas. Esta carretera conecta con el barrio Río Prieto, de Lares.

Según contó el sargento Héctor Báez, muchos vecinos de la zona se acercan a los soldados pidiendo comida y suministros.

“Esto estaba bien malo”, dijo al hablar sobre las condiciones de la carretera, cuya frondosa vegetación es ahora parte de la historia. 

Gran parte de este esfuerzo de abrir paso en entre Yauco y Lares ha recaído sobre la unidad 448 de Ingeniería de la Reserva del Ejército. 

“Nos levantamos a las 6:00 a.m. y arrancamos para aquí inmediatamente. Se ha movido poco a poco”, dijo todavía jadeando por el esfuerzo de picar con hacha y machete varios árboles en especialista Rolando José Rodríguez Rosado, de 29 años.

 Primera Hora lo entrevistó con el kilómetro 22.3 de la carretera PR-128, escenario de uno de múltiples derrumbes en la zona.

“Hemos tratado de avanzar recogiendo escombros con dos bobcats (excavadoras pequeñas) y trabajando con los civiles. Se ha trabajado bien y se está movimiento bastante rápido”, contó el Barranquiteño, quien dijo que ni en su pueblo natal, también montañoso, jamás vio carreteras tan escarpadas como esta, que conduce hasta el poblado Castañer, en Lares.

Según se indicó, la misión es limpiar toda la carretera hasta el kilómetro 59, donde se ubica la intersección hacia Lares y hacia Maricao. En el 30 se ubica la salida hacia Castañer. Esta vía es particularmente importante porque conecta el sur con el hospital de Castañer, recordó el especialista Esteban Rodríguez Llanos.

Carolinense, contó que como muchos en la división se maravilla con las imponentes vistas desde su lugar de trabajo por la pasada semana. Su unidad comenzó en el kilómetro 10, junto al embalse Lucchetti, de Yauco.

“Hemos encontrado varios derrumbes con troncos y hemos tenido que modificar la maquinaria para abrir el paso”, contó al relatar que sus compañeros soldados han sido acogidos cálidamente por los pocos residentes de la comunidad, donde entre una residencia y otra puede haber hasta un kilómetro de distancia. Dos perros, un bóxer y un satito les hacían compañía.

“Ha sido una acogida bien agradable.  Nos dan apoyo y nos dan ayuda. Es su forma de entrar y salir y conseguir suministros. Nos dan lo básico:  agua y apoyo”, dijo al decir que se siente como un “héroe sin capa”.

“Cuando te enlistas no esperas que te toque una misión como esta en que te toca ayudar a tu propia patria, a los tuyos”, dijo.