Carmen del Río y Reynaldo Biruet celebran, no solo más de medio siglo de matrimonio, sino la numerosa descendencia, biológica y por “adopción”, que han levantado en el camino.

“Soy bendecida por todas partes”, dijo sonriente la mujer de 77 años.

Le acompañaba el hombre con el que unió su vida hace 57 años y junto al cual se convirtió en pilar de una familia de tres hijos, siete nietos y 11 biznietos. A esta lista, sin embargo, se suman tres integrantes que la vida les regaló.

Una de ellas es Lourdes Sánchez, quien contó a este medio que hace un tiempo se mudó a Villa Palmeras, donde conoció a la pareja.

“Ellos se creen padres de mi hija”, soltó entre risas. “Mi hija se casó y tuvo una bebé. Resulta que el día del parto, estuve con ella. Cuando salgo (de la sala), ¿con quiénes me encuentro? Con estos seres”, rememoró.

El trío fue parte de los cientos de abuelos y abuelas que se dieron cita este domingo al octavo Día Nacional del Abuelo, celebrado en el Coliseo Roberto Clemente, en San Juan, y organizado por la entidad sin fines de lucro Esperanza para la Vejez (Espave).

“Ser abuelo es estar, ser parte fundamental. Estar ahí para los padres y ser un soporte”, expresó Del Río.

Por su parte, Matilde Marti, de 91 años, aseguró que la mejor enseñanza dada a sus tres hijos y cinco nietos es el valor del trabajo.

“Los quiero, los enseño, pero no los malcrío. Hay que enseñarlos a trabajar. Consentirlos mucho, no es quererlos. Cuando usted no enseña a su hijo a trabajar, le hace un daño”, dijo la vivaracha anciana, quien hizo alarde de haber levantado a su familia con solo un tercer grado de escolaridad.

Música y energía

Durante el evento, los abuelos y abuelas disfrutaron de ferias de artesanías, exhibiciones, presentaciones musicales y un espectáculo del Circo Nacional.

Ana M. Rodríguez, de 89 años, fue una de las que se apoderó de la pista de baile y demostró las destrezas aprendidas en sus años mozos.

“Yo iba a los bailes y tenía que esconderme porque los músicos bajaban de la tarima y me buscaban para bailar”, expresó la octogenaria, que tiene seis hijos y 22 nietos y biznietos.

“Soy una abuela feliz”, gritó la mujer mientras regresaba a la pista de la mano de otra mujer a quien conoció momentos antes.

Entretanto, la secretaria del Departamento de la Familia, Idalia Colón, destacó la importancia de actividades que, como esta, reconocen la labor de los abuelos y abuelas en la crianza de los más pequeños y el sostén de la familia.