Si usted es de los que prefiere saborear un lechoncito del País, desde ayer siete lechoneras están certificadas bajo la marca “Cerdo Rico, 100% de Puerto Rico”. 

En noviembre próximo, se espera que otras siete lechoneras sean certificadas para la venta del lechón criollo por la Cooperativa de Porcinocultores de Puerto Rico con el apoyo del Departamento de Agricultura.

Las lechoneras certificadas son las que están dispuestas a entrar en un acuerdo voluntario con los productores mediante el cual se comprometen a que el 100 por ciento del cerdo que van a asar se los provea la cooperativa.

El sello, “de lechonera certificada”, con el dibujo de un robusto cerdo con la monoestrellada en el pecho, estará visible en la parte interior y exterior de los negocios.

La marca busca recuperar el mercado porcinocultor “usurpado” por el cerdo congelado estadounidense, expresó el presidente de la cooperativa, Ángel Rodríguez, en una conferencia de prensa ayer junto con el secretario de Agricultura, Carlos Flores.

“Queremos que la gente conozca que la mayoría de las lechoneras trabajan cerdo congelado importado”, sostuvo Rodríguez, quien subrayó que el certificado será una herramienta para que el consumidor se asegure de que el lechón que están consumiendo es nacido y criado en el País. 

“La bola ahora está en la cancha del consumidor. Tiene que empezar a consumir lo que aquí se produce”, sostuvo Rodríguez y explicó que la Cooperativa de Porcinocultores se asegurará de que las lechoneras que certifiquen sólo vendan cerdo de aquí.

“Nuestra forma de fiscalizar es simple: todas las semanas visitamos las lechoneras y todas las semanas entregamos inventario y entramos al puller donde guardan sus cerdos y podemos evidenciar que no están pasándole (al consumidor) gato por liebre, que están vendiendo cerdo del País. En el momento en que determinemos que no tienen cerdo de nosotros, le retiramos la certificación”, sostuvo el porcicultor.

Detalló que las siete lechoneras certificadas hasta el momento son pequeñas y consumen alrededor de 60 a 80 cerdos semanales. 

“El inventario de esas lechoneras va a requerir de unos 2,000 a 3,000 cerdos para Navidad”, añadió Rodríguez.

Dijo que una encuesta de 2015, arrojó que en Puerto Rico había 72 lechoneras.

Rodríguez explicó que la carne de cerdo puertorriqueño se distingue por “el marmoleo”, que describió como “la grasita instramuscular” que la hace “más jugosa y tierna”. 

Señaló que en la cooperativa los cerdos sacrificados, son menores de 120 días.

 “Mientras más joven es el cerdo, más tierna es la carne, mientras más viejo, más dura es la carne”, dijo para agregar que otra característica de calidad es que el cerdo tiene que ser completamente saludable y con un peso menor. 

El secretario de Agricultura comentó que la certificación es un distintivo de calidad y que la medida no tiene fuerza de ley porque lo que buscan es que el consumidor sea el que dicte las pautas.

Sobre los precios de la carne, aunque no especificó, Flores reconoció que “muchas veces” el cerdo importado de los Estados Unidos es más barato porque se trabaja en granjas que tienen miles de cerdos y por escala de volumen pueden producirlos a un costo menor.

“Es cerdo que se produce con unas condiciones de alimentación que no produce la carne que a nosotros nos gusta. Cuando usted prueba ese cerdo congelado y lo asa, al otro día está duro”, dijo aunque reconoció que por ahora no hay capacidad en el País para producir toda la demanda.

 “Eso es lo que queremos poco a poco ir aumentando esa producción”, añadió Flores.