A los acordes de su canción preferida, “La enramada”, en las voces del Trío Ases del Recuerdo y con sentidos mensajes de duelo y guardias de honor, fue despedido hoy, jueves, en el Colegio de Abogados, el letrado independentista, Gilberto Manuel Concepción Suárez.

El emotivo acto reunió a abogados independentistas, estadistas y autonomistas, como lo pidió el propio Concepción Suárez en sus últimas voluntades antes de morir el pasado Día de Reyes, aquejado por un cáncer.

“Genio y figura hasta la sepultura, Gilberto estuvo dando instrucciones hasta poco antes de su fallecimiento”, dijo el expresidente del Colegio de Abogados, Carlos Mondríguez, quien fue el maestro de ceremonias en la actividad de recordación a la que acudieron decenas de colegiados, artistas, cineastas, así como familiares y amigos entrañables de Concepción Suárez, cuyo padre, Gilberto Concepción de Gracia, fundó el Partido Independentista Puertorriqueño (PIP).

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Mondríguez resaltó que Concepción Suárez tenía una biblioteca con más de 13,000 libros clasificados y como abogado llevaba casos de obreros en la Comisión Industrial, pero “trabajó gratis para muchos de sus amigos”.

El presidente del Colegio de Abogados, Mark Anthony Bimbela, destacó, por su parte, que además de su férrea defensa del gremio y su estrecha colaboración con sus directivos, el fenecido letrado representaba de forma gratuita a los ciudadanos que lo necesitaran.

“Siempre fue y seguirá siendo un paradigma de lo que esperamos de los colegiados”, sostuvo Bimbela.

El presidente del PIP, Rubén Berríos Martínez, subrayó las cualidades patrióticas de Concepción Suárez y la representación que en todo momento hizo de su padre, Concepción de Gracia. “Gilberto Manuel siempre estaba de frente para criticar al amigo y de espaldas, defendiéndolo siempre”, acotó el líder pipiolo. “Nos volveremos a ver en las puertas del misterio”, aseveró.

Otro miembro de la directiva del PIP, Juan Dalmau, quien también participó en la despedida de duelo, habló de los consejos que recibió de Concepción Suárez en la Comisión Estatal de Elecciones (CCE), donde ambos laboraban. “Como dijo Fernando Martín, era un intransigente ilustrado en la lucha por la independencia”, resumió Dalmau, comisionado electoral de la colectividad pipiola.

La exjueza del Tribunal de Apelaciones, Carmen Ana Pesante, mientras, resaltó el trato respetuoso del fenecido abogado. “No tuve el privilegio de su amistad, sino la bendición de que, aunque estábamos en el lado opuesto del péndulo, eso no jugó ningún papel”, dijo Pesante, de ideología estadista y quien también intervino en el acto, a pedido de Concepción Suárez.

Uno de sus condiscípulos en la Escuela Secundaria de la Universidad de Puerto Rico, Luis Rivera Pagán, mientras, reflexionó sobre la amistad que comenzaron hace seis décadas, cuando ambos eran adolescentes y latía en sus corazones la Revuelta Nacionalista de 1950. “Fue en esa época cuando la conciencia patriótica y ética fue adquiriendo temprana madurez”, afirmó Rivera Pagán.

Luego de los mensajes, el profesor de música Josean López y su trío Ases del Recuerdo intepretaron varias canciones frente al ataúd. Finalmente, se hicieron varias guardias de honor, la primera a cargo del liderato del PIP, la segunda de cineastas y artistas y en la tercera, participaron expresidentes del Colegio de Abogados. En otra de las guardias del Colegio estuvieron los representantes populares Charlie Hernández y Luis Vega Ramos, así como el exrepresentante novoprogresista, Ángel Cintrón.

El cineasta Jacobo Morales describió a Concepción Suárez como un amigo-hermano y colaborador consecuente “en todos los ámbitos”, incluso en lo personal.

“Fue el hermano al que yo recurría en cada momento feliz y difícil. Era el padrino de mi hija Alfonsina y fue él quien escogió el nombre de ella en una fiesta en la casa de Lucecita Benítez”, recordó la actriz Johanna Rosaly. Narró que ya enfermo, Concepción Suárez pidió que su ahijada le cantara la canción “Alfonsina y el mar” y como su hija no pudo, la actriz redactó la letra de la canción en un papel y se lo colocó entre las manos al difunto en el ataúd.

“Personas como él, no se pierden, se ganan siempre…, el patriota, el amigo, el intelectual, el valiente…”, sostuvo el pintor Antonio Martorell, quien participó en la guardia de honor, al igual que los actores, Jerry Segarra y Ernesto Concepción hijo, primo de Concepción Suárez.

Carlos Gilberto, hijo de Concepción Suárez, agradeció a nombre de su familia las demostraciones de afecto hacia su padre. Junto a él se encontraban sus tres hermanas, Ana María, María Elena y Soledad, así como la viuda, Lilliam Camacho y otros familiares del letrado independentista.

La hija de don Pedro Albizu Campos, Laura, envió un mensaje desde Lima, Perú, donde reside. “El dolor es inmenso, porque (Concepción Suárez) representa para la familia Albizu Campos Meneses, el amigo de corazón”, sostuvo la hija del prócer nacionalista.

El Partido Nacionalista también envió un mensaje de condolencias.

Después que concluyó el acto de duelo, en el Colegio de Abogados, los restos de Concepción Suárez serían trasladados a la Funeraria Ehret, en Río Piedras, donde esta noche se oficiará una misa en su nombre. Posteriormente, el letrado, quien tenía 71 años, será cremado y sus cenizas reposarán con las de su padre, en el Cementerio María Magdalena de Pazzis, en el Viejo San Juan.