“Si sale disparado y explota es ilegal”.

La pirotecnia, aun en un ambiente controlado, es peligrosa e impredecible, así lo explicó el inspector Rafael Romero, director de la División de Explosivos y Seguridad Pública, durante una demostración sobre el daño que puede causar este tipo de explosivos, aun los que la ciudadanía cree que son menos nocivos.

El Inspector Romero estuvo acompañado por dos víctimas de estos artefactos, uno de ellos fue Javier Félix Sánchez, de 35 años, un instalador de antenas de internet, que durante la Nochebuena del 2014 un mortero le estalló en la mano izquierda provocando daños en su muñeca y la pérdida de sus dedos.

Las terapias y los tratamientos médicos no han borrado aun ese amargo recuerdo provocado por un instante de diversión que lo han obligado a seguir aprendiendo a usar una sola mano para adaptarse a esa vida.

“Tuve que ir a terapias a sicólogos, es un proceso de superación. Las cosas que tu hacías con tus dos manos, tienes que tratarlas con una sola y todo está diseñado para hacerlo con dos manos, es bien difícil, pero he podido salir hacia adelante. Es frustrante porque uno piensa un ratito de diversión mira lo que me ha costado”, expresó Félix Sánchez, quien aún no ha podido costear una prótesis.

De su lado, el niño Yariel Rivera Rosado, de 14 años, perdió parte de la visión de un ojo cuando un inescrupuloso para la despedida del año 2009 pasó por su residencia y desde un vehículo en marcha lanzó un “cherry bomb”, la curiosidad lo hizo acercarse a la pieza y estalló hiriéndolo en la nariz y desprendiéndole parte del párpado por lo que desarrolló catarata traumática.

“Me pongo nervioso, me da miedo todavía. Yo les digo a los niños y a los adultos que tengan mucho cuidado porque es tan peligroso que hemos visto por aquí a una persona que perdió la mano, pero también puede ser un niño que le puede caer en la cara o en la ropa. Yo les diría que se alejen de eso y celebren en su casa tranquilo para que no estén un nuevo año en un hospital con su familia sufriendo”, manifestó Rivera Rosado.

El menor ha recurrido a la música, aprendiendo a tocar el cuatro, para calmar la ansiedad que le produce cualquier estallido.

La cantidad de personas lesionadas ha disminuido a través de los años debido a la campaña de educación. Según las estadísticas presentadas por Romero, en el 2013 se reportaron 18, en el 2014, 14 y en el 2015 bajó a nueve.

Del 1 a junio al 31 de julio y en el período del 15 de noviembre al 10 de enero se puede adquirir la pirotecnia legal o la que indica en su selló “emit” que son de base terrestre y que emiten destellos tipo fuentes de luz.

“Todos estos artefactos ilegales o legales, les pregunto ¿si tienen una fecha de manufactura? No la van a encontrar. Lo podemos ver bien bonito por fuera pero no sabemos cuándo se hizo, si se hizo el año pasado, si se hizo hace diez años. Por tanto, no sabemos en qué condiciones están. Recuerden que esto viene de China y si vino en barco pasando por un cambio de temperatura donde hay humedad, se seca, se moja y entonces ese mecanismo interior se afecta y cuando la persona la enciende puede ser que haya un retraso y pensando que no va a funcionar las personas o los niños se acercan y entonces vienen las desgracias”, dijo Romero.

De acuerdo a la demostración, los conocidos garbanzos ahora son elaborados con una mayor carga explosiva y la detonación es más fuerte y peligrosa en caso de que alcance el rostro o un ojo de alguna persona o mascota.

Estos explosivos van a ser enviados al Instituto de Ciencias Forenses para que los analicen y determinen si pueden ser clasificados como pirotecnia.

Las estrellitas, que parecen ser tan inofensivas para los niños, pueden alcanzar hasta una temperatura de 1,200 grados Fahrenheit y son elaboradas también en tamaño familiar.

“Contienen más material flamable porque vienen más grandes, el color es más intenso lo que lo hace más peligroso en las manos de un niño”, detalló Romero.

Las bolas de humo tienen otro problema y es que pueden ser tóxicas no solo para las personas con enfermedades respiratorias y pueden ser confundidas por su forma y color con los “cherry bombs”.

“Pensamos que puede botar humo cuando en realidad le puede estallar y los fragmentos son como proyectiles como le ocurrió a Yadiel que le cortó el párpado porque una persona inescrupulosa que quiso asustar al niño se lo lanzó”, comentó Romero.

La División de Explosivos de la Policía llevó a cabo una demostración en la que intentó dramatizar los daños que le puede causar a una persona tanto la pirotecnia legal, que es la de base terrestre, como la ilegal, las cuales pueden provocar incendios, quemaduras, la pérdida de extremidades y hasta la muerte.

Este año, el personal efectuó demostraciones estallando las llamadas “Crazy Mario”, que a pesar de que dicen “emit” en su etiqueta provocan un estallido violento, en bloques de cemento, un envase plástico y en una codorniz, con la intención de llamar la atención al daño que puede causar la explosión en una mano, incluso en un espacio cerrado con paredes de madera.

La audióloga, Dra. Elaine Kolodziej, por su parte, midió los decibeles generados durante la demostración revelando que los llamados “Crazy Mario”, alcanzaron los 230 lo que podrían causar la pérdida de audición permanente.

“Cualquier cosa de más de 85 decibeles puede causar daño a la audición”, agregó.