La Policía mantiene “rondas preventivas agresivas” en la zona de Ocean Park, en San Juan, donde aún hay áreas inundadas a la altura de la cintura a consecuencia del paso del huracán María por la Isla.

La capitana de la Policía, Elsa Pagán, dijo a este medio que están dando “rondas preventivas agresivas” y que los residentes tienen los números telefónicos de la Uniformada.

“Estamos bien pendientes”, expuso Pagán.

Sus expresiones ocurrieron luego de esta llegar a la calle Yardley Place -a partir de ahí inicia el área bajo agua- a donde llegaron unidades de la Policía para responder a una alerta de robo, recibida por parte del dueño de la repostería Kasalta, a donde el agua llega a la cintura. 

Sobre si se efectuó o no el robo, el agente Núñez, en presencia de Pagán, informó que “por el momento como el área está inundada no se ha podido visualizar bien si hubo un robo como tal. Solamente vieron unas personas brincar por la parte posterior”.

Pagán dijo a este medio que “los vieron brincar y rápido venimos. Si tenemos que dar la vida, la damos. Vamos a cumplir pase lo que pase”.

La situación de posibles robos en el área, caracterizada por propiedades de alto costo, mantiene a los vecinos alertas.

Para algunos como Rafael Pierras, el agua es su mejor guardia porque aleja a los ladrones. “Ahora mismo sí (el agua es el mejor guardia) no hay tránsito, no hay gente”, dijo Pierras, representante del dueño del negocio Tres Palmas, también bajo agua y que ubica cerca de Kasalta. 

“En Tres Palmas se metieron. Lo que pasa es que los cogimos… Se metieron a saquear, pero los sorprendieron y dejaron todos los bultos, eran unos chamaquitos”, dijo Pierras.

En esa ocasión, los ladrones no se llevaron nada del lugar. De hecho, la propiedad está siendo vigilada por Pierras quien se rota con otra persona.

A su juicio, hay que trancar el área y permitir solo la entrada de los residentes.

Afectados por las inundaciones

El área de Ocean Park es una de las zonas inundadas en la capital tras el paso de María.

Durante un breve recorrido por el área, este medio habló con Ricardo Disdier, vecino de la calle Yardley Place, desde donde inicia la inundación en la calle McLeary que llega hasta más allá del Parque Barbosa. “Ya por lo menos aquí bajó (el agua)”, comentó Disdier.

El entrenador personal dijo que el agua no llegó a su calle y que está preparado para estar sin servicio de electricidad de aquí a un mes, ya que el daño a la infraestructura eléctrica del país ha sido uno de los principales daños del fenómeno atmosférico. “No nos quejamos… Bregar con lo que hay y tratar de trabajar, los que puedan volver a la normalidad el lunes, que será difícil. Pero estamos tranquilos. Si no hay luz, no hay luz”, dijo Disdier.

En el caso del vecino de la calle Elena, Randall Selsby, el agua tampoco llegó a su calle, así que no tuvo que ser rescatado como otros residentes del área que está cerca al mar.

El capitán de embarcaciones de pesca deportiva agregó que está consciente que de aquí a un mes esté probablemente sin luz y que de seguro tendrá dos meses sin mucho movimiento turístico.

“Por lo menos dos meses sólidos, yo no veo perspectiva de mucho movimiento turístico del que nosotros dependemos. Puede ser que venga gente de agencias de emergencias a dar servicio”, dijo.

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