Guánica. No sólo sus viviendas fueron dañadas por el huracán María, sino que muchos pescadores del sureste no pueden llevar el sustento a sus hogares ya que por la falta de energía eléctrica, no tienen a quién venderle la pesca. 

“Nadie está saliendo a pescar. No hay venta. En esta villa somos como 30 pescadores”, dijo Aníbal Santiago, mientras conversaba con otros pescadores de la villa La Parguera en Lajas, de la difícil situación económica por la que están pasando. En la villa están varadas sus embarcaciones.

“Pesca hay, pero no se puede coger. El que nos compra a nosotros tiene los freezers llenos y ya han tenido que botar pesca”, sostuvo Santiago.

En el barrio Playa de Guayanilla, otro pescador aseguró que están afectados “por el mal tiempo” desde una semana antes del huracán Irma.

“Ahora mismo me voy al mar y traigo 50 libras de pescado, pero, ¿a quién se lo voy a vender, si no hay refrigeración?”, exclamó Billy Maldonado.

En el malecón de Guánica, no se hablaba de otra cosa.

“Estamos en un momento de mucha incertidumbre. No sabemos cuándo va a retornar la luz y no sabemos cuándo vamos a reanudar nuestra faena”, exclamó el pescador José Ángel Chacón Soto.

El obrero del mar dijo que en la pescadería del malecón cerca de una veintena de pescadores comerciales vende sus productos, pero ahora está cerrada.

Otro pescador de 81 años de edad y, quien sólo se identificó como Florentino, aseguró que podrían traer del mar sierra, colirrubia, dorado, mero, cabrilla, capitán, chillo, langosta, pulpo y carrucho, pero “no hay luz ni hielo”. 

Cerca del malecón, ubica la tienda de hielo Guánica Ice Plant, pero está cerrada.

“Toda mi vida lo único que he hecho es esto. Ahora mismo estoy desempleado full y sin derecho a desempleo. Parece que estamos contentos, porque estamos oyendo música, pero siempre hay ansiedad. Hasta tuvimos que sacar los botes del malecón para que no nos roben los motores de las embarcaciones”, lamentó el pescador de 59 años de edad”, sostuvo Jackie Pérez, otro pescador.