Esta semana el viento sopló del sur-sureste recordándonos que vivimos en el trópico y que los días de temperaturas frescas, terminaron.

En la costa norte sentimos algo parecido a un helado cuando se derrite a las millas. De inmediato, en las redes sociales se compartían memes alusivos a los efectos del calor intenso. Fueron muchas las familias que optaron por aprovechar que se acabaron las clases y disfrutar de atracciones con chorritos de agua o de la playa.

Pero ojo, que esto apenas empieza. Tradicionalmente, junio es un mes mucho más seco y caluroso que mayo, alertó Odalys Martínez, meteoróloga del Servicio Nacional de Meteorología.

Según la experta, si esta “corriente de viento del sureste predomina por muchos días consecutivos y a esto se le suma nubosidad en horas de la noche, la temperatura mínima no va a descender, por lo tanto, al día siguiente la temperatura puede ser aún más alta y vamos a ver los medianos 90 grados.

Aclaró que a pesar de que hubo muchas reacciones en los días recientes,  la temperatura mayor registrada en San Juan fue de 92 grados. Lo normal para la época es que se registren de 89 a 90 grados aproximadamente. 

Mientras que el récord de calor para esta temporada se reportó el 5 de junio de 1988 cuando el termómetro marcó 97 grados, informó Martínez.

“Así que en términos de diferencia de cuánto nos alejamos de lo normal, la realidad es de uno o dos  grados solamente...”, aclaró la meteoróloga. Eso quiere decir que no ha pasado gran cosa aún y de aquí a agosto vamos a ver muchos incrementos.

Al mismo tiempo recordó que en el sur las temperaturas no se sintieron tan sofocantes, especialmente en las costas.

“Ocurre el efecto contrario: que se mete la brisa marina en el sur y ellos están un poquito más felices”, indicó.

Depresión tropical prematura

Por otro lado, ya se formó en el Océano Atlántico la depresión tropical número dos, a  cuatro días de que comience oficialmente la temporada de huracanes.

No obstante, se encuentra muy al norte para que sus efectos directos de viento y lluvia nos afecten en la Isla.

La meteoróloga adelantó que debido a ese sistema la dirección del viento se va a tornar nuevamente del sur-sureste durante el fin de semana y eso puede implicar temperaturas cálidas, pero no hay que asustarse todavía. 

“En la zona está la depresión al oeste del Atlántico y eso va a ocasionar que la corriente de vientos en la zona se torne más del sur. Pero,   dependiendo de cómo el sistema se desarrolle y se traslade, podría estar creando una conexión de mayor humedad de América del Sur al este de Caribe. Si ocurre así, se agregará humedad adicional a la zona y si se traduce en nubosidad, entonces se cancela el efecto del calor. Al momento no se puede predecir aún. Todo depende de cómo el sistema se comporte en los próximo días”, explicó.

Martínez indicó que es aconsejable mantenerse atentos a los boletines que saldrán próximamente. 

Hay que inventar

Mientras tanto en la semana fue notable la cantidad de personas que llegaron hasta los “chorritos” en el Balneario de Carolina y en el Parque Luis Muñoz Marín.

 Aida Marrero Feliciano, de 73 años y residente en Cataño, llegó con sus nietos a disfrutar de las nuevas facilidades en el Parque Luis Muñoz Marín y aunque no lo tenía planificado, acabó ella misma debajo del agua porque ya no podía aguantar más el calor... ni la tentación de refrescarse y divertirse junto a sus nietos.

“Estas calores están horribles. En mi casa no se puede estar. Y es un problema para las personas mayores, especialmente las que tienen la presión alta, como yo. Así que hay que buscar la forma. Nos vamos a la playa, o aquí, o si no hay que tirar pa’ Corozal, pal’ campo”, indicó.

Benjamín Rodríguez Santiago, de 35 años empleado de una farmacia, se puso de acuerdo con los padres de los compañeritos de escuela de su hija, quienes acabaron el curso y para celebrar, los llevaron también la parque. Estaban todos en el agua y no se querían salir. El hombre dijo que lo más importante era tenerles mucha agua para tomar y frutas.

 “Hay que ponerles bloqueador solar y ropa cómoda y estar bien pendientes para que se mantengan hidratados”, expresó.

En el balneario de Carolina estaba Kamyl Migenis de 40 años, con su esposo, su hija y su nieta.

“Lo primero, para bregar con esto, es estar todo el tiempo con el pelo arriba”, indicó haciéndose un moño en lo alto de la cabeza. “Y tomar mucha agua con hielo. Cuando salimos yo siempre llevo una lonchera con agua fría para todos... Es que hace falta sembrar más árboles que por lo menos ayudan a refrescar. Mira yo en estos días recogí las cortinas y dejé las ventanas de la casa  abiertas y la puerta para que entrara algo de brisa. Hasta para dormir dejé todo abierto porque lo que hacía era un calor y una cosa que te deja bien pegajosa”, manifestó.