Una vaguada en la región ocasionará aguaceros durante todo el fin de semana y el próximo lunes sobre la isla.

Este sistema, unido a los fuertes vientos que se registran en el área, mantendrán las condiciones marítimas peligrosas.

La meteoróloga Odalys Martínez, del Servicio Nacional de Meteorología (SNM), detalló que en la mañana se registrarán aguaceros de dispersos a numerosos en la mitad este de la isla. Ya para la tarde la lluvia se concentraría en el interior y suroeste.

El pronóstico de zonas del SNM añadió que para hoy la probabilidad de lluvia es de un 60%. Además, destacó que son posibles “aguaceros aislados al anochecer, luego aguaceros dispersos después de la medianoche”.

“El sábado (mañana) y el domingo se tornará más inestable”, afirmó la meteoróloga.

Esta lluvia, sin embargo, no se registraría para la zona de San Sebastián y Lares, afluentes del lago Guajataca. Este cuerpo de agua presenta actualmente bajos niveles de agua, ante la sequía habitual para la época y la extracción que realiza el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de los Estados Unidos para reparar la represa, afectada tras el paso del huracán María.

Martínez precisó que para esa zona “ha llovido lo que se supone que llueva. Eso es una sequía inducida, producto de que se está extrayendo más agua del lago de lo que está entrando”.

Los residentes de Isabela, Aguadilla, San Sebastián, así como partes de Aguada y Rincón podrían enfrentar un racionamiento de agua potable a finales del próximo mes.

Además de la lluvia, se esperan vientos de entre 15 a 20 millas por hora, con ráfagas de hasta 25 millas.

Estos fuertes vientos y la vaguada en la región también ocasionarán oleaje de hasta 10 pies y corrientes marítimas peligrosas. Por tal razón, el SNM mantiene una advertencia para los operadores de pequeñas embarcaciones para todas las aguas y un comunicado de corrientes marítimas peligrosas.

La meteoróloga destacó que no se les recomienda a los bañistas que entren a darse un chapuzón en las playas de Puerto Rico, exceptuando el suroeste, así como en las islas de Vieques y Culebra, ya que el riesgo de corrientes es alto. Estas arrastran a los nadadores hacia mar afuera, lo que aumenta el riesgo de ahogamiento.