En Aguas Buenas, solo un 40% de los abonados tienen luz y parece que la situación no mejorará ante la retirada de la isla de brigadas privadas.

El alcalde novoprogresista Javier García, que apoyó varias manifestaciones de sus ciudadanos para denunciar la falta de energía, dijo que los sectores más afectados son los campos y parte del pueblo.

“Eso atrasa dramáticamente el restablecimiento del servicio… Mi llamado al director ejecutivo de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE), Justo González, es que asigne las brigadas para reparar las cuatro líneas principales que van a nuestros barrios Jagüeyes, Sonadora, Cagüitas, Mulas, Bayamoncito y Juan Asencio”, indicó el alcalde.

Hace varios días, García dijo a Primera Hora que luego de una reunión con González se vieron “unos cambios significativos… comenzamos a ver brigadas de la AEE y norteamericanas” y este se comprometió a asignar más recursos. 

Aguas Buenas, al igual que otros municipios, ha tenido pérdidas de ingresos tras el paso del ciclón, y los comerciantes tampoco están exentos, más aún cuando operan con plantas.

“Hemos dejado de recibir ingresos por concepto del IVU, lo del Centro de Recaudaciones de Ingresos Municipales (CRIM), lo de las patentes. Además, está el gasto de los comerciantes con el combustible y que no pueden trabajar a su máxima capacidad”, dijo.

En este pueblo de 28,000 habitantes, hay alrededor de 700 negocios y en la parte rural, casi un 15% de ellos están sin luz. 

Otro problema que enfrentan los vecinos que perdieron sus casas es que la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA) no los cualificó para ayudas.

Aquí se afectaron 3,000 personas y alrededor de 800 casas. Hay unas 50 familias que lo perdieron todo.

“Muchas veces es por los documentos, por el título de propiedad de la casa y eso ha descualificado a muchas familias”, indicó García.

Adelantó que buscarán “otros fondos para poder rehabilitar las viviendas de esas personas. Ya reubicamos familias a través de vouchers, pero hay gente que está viviendo en un solo cuartito”.

Uno de ellos es don José Antonio Castro -de la barriada Vázquez- que perdió todo y vive en una habitación. No recibió ayuda de FEMA.

En el caso de Rosa María Natal, de 66 años, vive con su hijo de 36 años en el barrio Mulitas. Ocupan un pequeño espacio y duermen juntos en una cama pequeña. Natal alegó que el dinero que le dio FEMA ($29,000) no le da para completar su casa en cemento. El alcalde le dijo que sí da y que él le conseguirá a personas que le ayuden a levantarla. 

De otro lado, García estimó en $2 millones los reembolsos que espera de la agencia federal tras el paso de María. Mientras que el de Irma es de $700,000. El alcalde hizo un llamado a FEMA a que agilice la reposición de fondos.

En cuanto a la situación de las carreteras, el alcalde dijo que las más afectadas son las de la zona rural “por los muchos derrumbes, deslizamientos y carriles reducidos”.

Ejemplificó que en el barrio Jagüeyes, unas 20 familias estuvieron mucho tiempo incomunicadas.

“El municipio ya está haciendo los trabajos de la entrada y le pudimos hacer un acceso”, indicó.

Respecto al servicio de agua, dijo que está recuperado en un 99.5%.

Sin embargo, aceptó que algunos de los diez acueductos comunitarios enfrentan problemas ya sea porque no tienen generadores o porque -aunque tienen plantas- el servicio está racionado; están teniendo agua “dos veces a la semana, por espacio de unas horas”.