Con el paso del huracán Irma y el azote del huracán María, el alcalde Félix “El Cano” Delgado ha visto a su municipio de Cataño vivir momentos de angustia y sufrimiento. 

Por eso, se le hizo imposible contener su disgusto con la breve y resguardada visita del presidente Donald Trump a la Isla ayer, para lo que el mandatario catañés catalogó como una gesta publicitaria.

“Esto fue un espectáculo publicitario, nada más”, dijo Delgado ayer en un aparte con Primera Hora en el centro de operaciones municipales, ubicado en los predios del Centro de Diagnóstico y Tratamiento en la zona de Juana Matos, una de las que más duro recibió el impacto de María. 

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“Me duele mucho ver que nos están tratando mal, por no decir una mala palabra. Nos están tratando muy mal”, dijo Delgado, ingeniero de profesión, sobre la actitud de Trump y la en ocasiones pausada respuesta de las agencias federales a la emergencia causada por el paso de María.

“Van 14 días y de FEMA aquí no ha llegado ni un toldo”, dijo Delgado, en referencia a la Agencia Federal de Manejo de Emergencias.

Aunque ha intentado mantener la calma y dar un ejemplo positivo durante y tras el paso de María, para Delgado no ha sido fácil la experiencia.

“Yo nunca había visto a Cataño así”, dijo con la voz quebrantada el primer mandatario. “Ya estábamos afectados por (el paso del huracán) Irma y el azote de María complicó mucho más la situación. El ochenta por ciento de Juana Matos fue destruido”.

A pesar de que la breve escala de Trump en la Isla ayer no le dejó un buen sabor de boca, Delgado dijo que espera que esto ayude a que el mandatario estadounidense comprenda la magnitud del daño que María causó en toda la Isla. 

“Esperemos que salga algo positivo de esto. Nosotros en Cataño seguimos trabajando duro para levantarnos”, señaló Delgado.