Primera Hora reseñó ayer la situación desesperante que viven unas 70 familias del barrio Palmarejo, cuya única ruta de acceso a las viviendas se derrumba y amenaza con dejarlos incomunicados.

Se trata de una comunidad en la que muchas casas quedaron completamente inundadas por un desbordamiento sin precedentes del río Mavilla durante María. 

Torres indicó que conoce la situación de la comunidad y que, aunque no estuvo físicamente después del ciclón, “envié personal del municipio allí”.

“Yo no me he olvidado de ellos. Yo quiero arreglar ese tramo. Su situación es una de las primeras dos prioridades del municipio. La otra ya se está trabajando, que es el puente de la urbanización Sobrino, que se cayó completo”, indicó el alcalde, agregando que también está al tanto de que “FEMA ha sido injusto con esa gente”.

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El alcalde insistió en que tiene las manos atadas por la falta de dinero. 

“Estoy a la espera de que me transfieran fondos. Dinero que se le debe a Corozal por los trabajos que ha hecho. Hay municipios que le han dado uno o dos millones. Corozal no tuvo ese privilegio. De más $1.5 millones que he facturado solo han dado $310,000. Necesito esos fondos para ayudar a mi gente”, dijo.