Salinas se quedaría sin la mitad de sus escuelas de prosperar la intención del Departamento de Educación que dictamina el cierre de nueve planteles en ese pueblo.

Para tratar de evitarlo, la alcaldesa Karilyn Bonilla Colón propuso una serie de alternativas que incluye la transformación de algunos planteles en escuelas especializadas. A la vez, urgió una reunión con la secretaria Julia Keleher.

“Estamos dispuestos a entrar en diferentes proyectos, a continuar dando la mano al Departamento, ver cómo podemos seguir apoyando para que los gastos operacionales se sigan reduciendo. Pero necesitamos reunirnos con la secretaria Julia Keleher y con personas que tengan el poder decisional para evitar el cierre de estas escuelas”, estableció Bonilla Colón.

Bonilla mencionó que actualmente Salinas cuenta con 18 escuelas, 12 de estas son de nivel elemental, “y quieren cerrar nueve escuelas elementales”.

“Fueron las mismas comunidades las que ofrecieron esas ideas. Estamos dispuestos a encaminarlas y ofrecerles todas las herramientas para que eso se pueda dar”, aseguró la primera ejecutiva salinense, al mencionar que tanto el mantenimiento de estas estructuras como el transporte escolar están a cargo de su administración.

La alcaldesa aseguró que “hay algunas escuelas que están en el proceso de iniciar su especialización en inglés. Estamos proponiendo que la Escuela Pedro Soto del barrio San Felipe se pueda convertir en Escuela Especializada en Ciencias y Matemáticas, pero si ese diálogo no se da, en vano estaremos trabajando”.

Esto en respuesta a la controversia surgida la pasada semana luego de que el Departamento de Educación sometiera sendas demandas contra dos madres de la Escuela Elemental Pedro Soto Rivera de la comunidad San Felipe, lo que provocó que la jueza superior Alexandra Rivera Sáez del Tribunal de Primera Instancia de Guayama, emitiera un entredicho preliminar para la reapertura del plantel escolar.

“Me parece una barbaridad y un doble discurso de parte de la Secretaria que habla de la colaboración, el diálogo, que está escuchando a las comunidades, pero aquí a Salinas no ha venido. Y cuando uno escucha que se pretende impactar la comunidad estudiantil en esa magnitud, lo menos que nos merecemos es que se nos escuche y que nos permitan ofrecer alternativas”, recalcó la alcaldesa.

Por su parte, varias madres de la Escuela Pedro Soto Rivera insistieron en que mantendrán su protesta, a pesar de la orden judicial.

“Vamos a quedarnos aquí indefinidamente aunque sean dos, tres, cuatro o cinco padres, porque estamos haciendo la diferencia. Hay que levantarse a ejercer nuestro derecho a la libre expresión”, dijo la portavoz del Comité de Padres, Glenda Flores Soto.

Tanto Flores Soto como Glenda Bones, fueron demandadas por el Departamento de Educación por insistir en “bloquear el acceso del personal administrativo, los maestros y los niños a la escuela”.

“Estoy muy indignada porque están mandando a los niños a otra escuela (Intermedia del barrio Coquí) que no es apta para niños chiquitos. Sería exponerlos a dañarlos sicológicamente”, indicó por su parte María Colón, madre de dos estudiantes.

De hecho, todas las madres presentes en el campamento estudiaron en ese plantel que representa la esperanza de una comunidad pobre.

De otra parte, la alcaldesa Bonilla Colón insistió en que se le tome en cuenta para servir de mediadora en esta situación. 

“Yo me opongo al cierre de las escuelas en Salinas. Lo hice con la administración de Alejandro García Padilla cuando era el gobernador y lo estamos haciendo ahora”, agregó la Alcaldesa.